La semana pasada, Noa Amrani, una trabajadora social que vive en Jerusalén visitó Shaare Zedek. 

Mientras estaba en el hospital, un sobre que llevaba con una gran suma de dinero en efectivo se cayó de su bolso. “Ni siquiera puedo describir lo que estaba sintiendo cuando me di cuenta de que faltaba.

La peor parte fue que el dinero no era mío, sino que pertenecía a uno de mis clientes con el que trabajo y es residente de un albergue para pacientes con antecedentes de abuso mental. El dinero es parte de su asignación mensual que se suponía que debía darle más tarde ese día”, explicó Noa.

Dio la casualidad de que ese día Jamal Deebs, un supervisor de mantenimiento en Shaare Zedek fue asignado al segundo piso del hospital y se encontró con un sobre sin marcar sin indicaciones de su legítimo propietario. Jamal dijo: “Al principio pensé que eran solo unos papeles y casi lo tiré a la basura.

Pero luego me di cuenta de que era un sobre con dinero dentro y supe que probablemente alguien lo había dejado caer y querría encontrarlo”.

Sin pensarlo dos veces, Jamal se comunicó con el Departamento de Seguridad del hospital para ver si podían localizar al dueño.
Allí Bat-El Arbook era el supervisor de turno. Jamal y Bat-El decidieron que harían todo lo posible para tratar de encontrar al dueño legítimo.

Al identificar el lugar exacto en que Jamal había encontrado el sobre, Bat El pudo recuperar las imágenes de la cámara de seguridad y vio el momento en que se cayó del bolso de Noa. Usando la red de cámaras, pudieron trazar el camino de Noa a través del hospital de una manera que les permitió determinar su nombre y datos de contacto.

“Cuando la hablamos por teléfono, inmediatamente comenzó a llorar de felicidad. Todos los días ayudamos a las personas en el hospital, pero esta vez tomó una forma de ayuda completamente diferente y se aseguró de que alguien que realmente necesitaba este dinero lo recibiera”, dijo Bat El.

“Solo puedo expresar mi más profundo agradecimiento a Jamal que encontró el sobre y lo puso en seguridad. Realmente hicieron todo lo posible para localizarme y devolver el dinero. Es reconfortante descubrir este tipo de personas de buen corazón que llevan su trabajo al siguiente nivel”, dijo Noa.