Ángel Mas, presidente de ACOM (Acción y Comunicación en Oriente Medio), aseguró que los grupos de ultraizquierda de España que promueven la adhesión del Estado al movimiento de boicot, desinversión y sanciones contra Israel (BDS), tienen “vínculos estrechísimos con Irán y el chavismo”.
En declaraciones a la Agencia de Noticias AJN, el dirigente comunitario aplaudió la reciente resolución de un tribunal español que dictaminó que el Ayuntamiento de Valencia violó la ley cuando votó a favor de una moción en la que apoya la campaña Espacio Libre de Apartheid Israelí (ELAI) que impulsa el BDS.
“Vamos a continuar con nuestra lucha privada desigual que queremos defendernos de lo que es un abuso y un hostigamiento desigual porque nos enfrentamos a las estructuras del Estado. Pero hasta ahora confiamos en el estado de derecho español y los jueces que nos han dado la razón en más de 40 casos y no hemos perdido ninguno”, enfatizó Mas.
ACOM, una organización independiente que promueve la relación entre España e Israel, recurrió a la justicia luego de que el 31 de mayo de 2018, el Consejo de Valencia votó a favor de afiliarse al grupo ELAI, o «Espacio libre de apartheid israelí». La resolución estipulaba además que el consejo, sus instituciones y los funcionarios públicos debían abstenerse de cualquier contacto o cooperación con Israel.
“El ayuntamiento entró en una serie de acuerdos conflictivos y tomó posiciones enardecidas contra Israel y por definición y extensión contra los judíos”, describió la situación Mas.
En este contexto, el dirigente explicó que “el boicot contra los ciudadanos judíos y las empresas israelíes cada vez que aprueban una tiene una extensión que está públicamente asociada contra quien demuestra simpatía pública por el Estado de Israel”.
“Hacen un llamamiento a que renuncies a tu afinidad con el Estado judío lo que sin duda tiene un componente antisemita”, puntualizó el dirigente, para explicar luego que el juzgado de Valencia dictaminó que “esta medida viola nuestro ordenamiento jurídico en España”.
“Los representantes políticos pueden tomar posiciones políticas por un país, pero las instituciones y los gobiernos locales no pueden discriminar o beneficiar a una empresa por su etnia, creencia religiosa o convicciones u origen. Eso es abiertamente inconstitucional”, explicó.
Mas apuntó, con un tono de indignación, que el poder político de Valencia no sólo demostró que “son antisemitas de modo abierto sino que además se pasan el ordenamiento jurídico por dónde les parece”.
“Llevamos más de 40 casos ganados. Ellos van enmascarando sus declaraciones. Los jueces siguen explicando que cualquiera de estos actos son ilegales e inconstitucionales”, señaló.
Más allá de los intentos repetidos y persistentes de instituciones de gobierno locales para discriminar a una minoría, tal como apuntó el presidente de la ACOM, el hecho es “gravísimo” porque el Estado “no sólo no protege a una minoría sino que además la hostiga”.
“Lo que hacemos si persisten en esta actitud es buscar la responsabilidad penal de estos casos. Y esto es algo que ya hemos explorado en el caso del Ayuntamiento de Cádiz donde los concejales persistían en esta actitud y continuaron con el boicot a las películas israelíes en un festival de cine”, advirtió Mas.
Ese caso ocurrió en 2017, cuando el Ayuntamiento de Cádiz, por decisión del alcalde José María González Santos, líder de la formación Podemos en esa región, ordenó a la Delegación Municipal de Cultura suspender el ciclo de cine israelí que se proyectaba en el Espacio de Cultura Contemporánea como parte de este boicot al Estado hebreo.
Frente a esta situación, ACOM planteó “una querella criminal tanto contra los promotores concejales del grupo Podemos como contra la ONG que promovió Omar Barghouti”, un palestino nacido en Qatar, casado con una mujer israelí y líder del movimiento internacional de Boicot contra Israel.
“Si prospera la querella, que ha sido admitido el trámite por la fiscalía, puede ser penada con prisión”, apuntó Mas, quien remarcó que “si esta gente persiste y prevarica y no hace caso a los dictámenes actuamos ante la justicia penal”.
Respecto del caso de Valencia y consultado sobre la reacción de la autoridad política frente a la resolución de la Justicia, el presidente de ACOM dijo: “En general son muy vociferantes cuando han lanzado estas mociones pero cuando son declaradas ilegales se callan”.
“Nosotros nos encargamos de explicar a la opinión pública la situación y ellos a veces dicen que van a seguir su camino jurídico, que van a llevar el caso a un tribunal superior. Eso pasó tres veces y los tribunales superiores nos han vuelto a dar la razón”, comentó.
En el caso de Valencia tanto desde el Ayuntamiento como de la agrupación Podemos no se han manifestado en favor de recurrir a otra instancia judicial.
Consultado sobre el origen de estas iniciativas antiisraelíes, Mas contó que “se trata de gente selecta que surgió con la emergencia económica y que pertenecen al grupo Podemos, un partido que surge de la ultraizquierda después de la crisis económica, con el financiamiento de la república islámica de Irán y la Venezuela chavista”.
“El presidente y candidato a presidente del gobierno por Podemos, Pablo Iglesia, es empelado de la radiotelevisión pública iraní. Es un partido que tiene vínculos estrechísimos con Irán y el chavismo”, aseguró el presidente de ACOM.
En este contexto, Mas puntualizó que “cuando estos grupos llegan al poder o forman coaliciones, una de las primeras cosas que hacen es promover acciones contra Israel y los judíos. Lo hacen apropiándose de las instituciones del Estado para su agenda personal”.
El presidente de ACOM transmitió su preocupación porque estos grupos forman coalición con el Partido Socialista, a cargo del Gobierno español.
Consultado sobre la posible existencia de un núcleo antisemita en la población española, Mas dijo que “es muy difícil descifrarlo porque hay una comunidad judía que es pequeña y que tiene una presencia reciente”. “No hay un antisemitismo como en otras regiones o de lo que se consideraba el antisemitismo clerical. Las comunidades judías tienen una relación bastante amigable con la iglesia”, aclaró.
“Este es un antisemitismo de origen político e ideológico, no es un antisemitismo que venga de la ultraderecha, que no tiene representación parlamentaria. Viene de la ultraizquierda en asociación con movimientos de derechos humanos o revolucionarios que son movimientos terroristas y antisistema”, señaló.
Mas detalló que “hay un alineamiento muy claro de estos grupos que se presentan como antiisraelíes para esconder su antisemitismo, pero que a su vez tienen una proximidad con los grupos terroristas como la OLP y buscan el separatismo en España. Todos luchan contra el estado de derecho y la constitución liberal española”.
Al respecto resaltó que “hay un punto de unión” en estas organizaciones que es “el odio por Israel”.
Respecto a cómo accedieron a sectores de poder, el presidente de ACOM indicó que “se han enmascarados como grupos de derechos humanos y de protección de los débiles, siempre hacen un llamado a la paz, pero resultan ser antisemitas y amigos de los terroristas”.
“Se beneficiaron con el acceso a las instituciones públicas y han recibido millones del Estado para su actividad, para hostigar a Israel y a los judíos en España. Se va desenmascarando la verdadera naturaleza de estos grupos de ultraizquierda que van perdiendo poder”, indicó, por último, Mas.
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