El ministro de Defensa de Israel y primer ministro suplente, Benny Gantz, advirtió el viernes a Benjamin Netanyahu que no volvería a ser primer ministro si Israel se presenta a una cuarta elección en dos años, y le instó una vez más a aprobar un presupuesto nacional.
En un mensaje publicado en Facebook, Gantz escribió: “Al final de la cuarta elección, sé que Netanyahu no será primer ministro del estado de Israel, y él también necesita saberlo”.
“No renunciamos a nuestro deseo de servir a los ciudadanos de Israel en un gobierno que funcione, pero mis colegas y yo estamos hartos de las mentiras”, dijo Gantz, quien apoyó el miércoles un proyecto de ley del comité del Parlamento para disolver el parlamento y fijó una fecha para las elecciones del 16 de marzo de 2021.
Pero el proyecto de ley debe ser aprobado en tres lecturas en el pleno, y Netanyahu y Gantz podrían acordar y resolver sus diferencias para evitar el regreso a las urnas. “Tenemos que honrar nuestros compromisos con los ciudadanos – un presupuesto, un gobierno de unidad que funcione, y un compromiso de rotación sin ventajismos ni trampas. Es la única manera de demostrar que los israelíes no son rehenes del caso legal que pende sobre su cabeza”, dijo Gantz.
Incluso sin el proyecto de ley, la Knesset, el parlamenti israelí, ya estaba en camino de disolverse a finales de este mes debido a un estancamiento en el presupuesto del Estado que ha sido retenido durante mucho tiempo por el Likud. Se cree que Netanyahu está planeando disolver el gobierno de todos modos antes de que el presupuesto de 2021 sea aprobado en marzo, para prevenir un escenario en el que, como se estipula en su acuerdo de reparto de poder, Gantz le suceda como primer ministro.
Blue and White ha estado exigiendo que se apruebe un presupuesto estatal para 2020 y 2021 juntos – también como estipula el acuerdo de coalición – en un intento de obligar a Netanyahu a respetar la cláusula de rotación del primer ministro. Si el Likud sigue resistiendo a esas demandas, las elecciones se desencadenarán el 23 de diciembre a más tardar y se celebrarán tres meses después.
El Likud prefiere que las elecciones se pospongan hasta el verano, cuando se espera que gran parte de la población ya esté vacunada contra el coronavirus y las críticas sobre el manejo de la pandemia por parte de Netanyahu puedan disminuir.
La advertencia de Gantz de que Netanyahu no será primer ministro viene con el sistema político de Israel en un cambio aún mayor, tras el anuncio esta semana de que el rival de Netanyahu dentro del Likud, Gideon Sa’ar, se estaba separando para formar su propio partido.
Las primeras encuestas mostraron que el naciente partido de Sa’ar, Nueva Esperanza, obtendría entre 15 y 18 escaños si el país va a las elecciones – sacudiendo el panorama político e introduciendo varios caminos potenciales para coaliciones que no incluyan a Netanyahu, mientras que se estrecha seriamente el camino del primer ministro para liderar el próximo gobierno.
Las encuestas también mostraron que Azul y Blanco, un antiguo rival para el liderazgo del país y la mayor esperanza de la centro-izquierda para retomar el poder en años, se derrumbó de sus actuales 14 escaños a 6 o 7. (Azul y Blanco ganó 33 escaños en las elecciones de marzo de 2020, pero se dividió cuando Gantz se unió a la coalición, con sus facciones Yesh Atid y Telem yendo a la oposición).
Las encuestas indicaron que el llamado bloque de derecha de Netanyahu, compuesto por el Likud, el Yamina, el Shas y el Judaísmo Unido de la Torá, no conseguiría una mayoría de 61 escaños si las elecciones se celebraran hoy, lo que pone fin a meses de encuestas que mostraban que los cuatro partidos superaban fácilmente ese umbral.
Artículos Relacionados: