El huracán Dorian ha dejado un saldo de al menos siete muertos en las islas Abaco, en las Bahamas, y se espera que el número de muertos aumente.
“Estamos en medio de una tragedia histórica en partes del norte de Bahamas”, dijo el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, en una conferencia de prensa el martes.
Dijo que la “devastación no tiene precedentes y es extensa”.
El huracán se detuvo sobre la isla de Gran Bahama durante casi dos días, dejando a vecindarios enteros, así como a aeropuertos y hospitales sumergidos. Al menos 13.000 viviendas han sido dañadas o destruidas en las islas de Abaco y Gran Bahama.
IsraAID, la agencia de ayuda humanitaria con sede en Israel que responde a las crisis de emergencia y participa en el desarrollo internacional en todo el mundo, dijo el martes que enviaría ayuda de emergencia a las Bahamas.
Su equipo de Respuesta de Emergencia distribuirá suministros de socorro urgentes, ofrecerá primeros auxilios psicológicos y desplegará filtros de agua para restablecer el acceso al agua potable, a la vez que llevará a cabo nuevas evaluaciones de las necesidades en las comunidades afectadas, dijo la ONG en un comunicado. En 2018, los equipos de respuesta de emergencia de IsraAID llegaron a 26.300 personas con agua potable, apoyo psicológico y comunitario, y ayuda tras nueve desastres en siete países. El grupo ha abierto un Fondo de Respuesta de Emergencia para pagar por su trabajo.
B’nai Brith International está aceptando donaciones a su Fondo de Ayuda para Desastres para ayudar a los afectados por el dórico. El dinero recaudado se destinará a ayudar a los equipos locales de recuperación y reconstrucción, dijo el grupo en un comunicado.
El Rabino Sholom y Sheera Bluming, directores de Chabad de las Bahamas en Nassau, han estado en contacto con la comunidad judía en Nassau, la cual fue relativamente indemne por el huracán, pero no han podido llegar a algunos de los que viven en Abaco, quienes aún permanecen desaparecidos, según Chabad.org.
El rabino dijo que unos 1.000 judíos expatriados han establecido su hogar en las Bahamas, y que más de 100.000 judíos visitan las islas cada año.
Los Blumings se han unido al esfuerzo oficial de socorro del gobierno, pidiendo ayuda a la comunidad judía, y están coordinando un envío de suministros desde el sur de Florida, que incluirá alimentos, agua potable y mosquiteros para Abaco.
A partir del miércoles por la mañana, el huracán, que ahora es una tormenta de Categoría 2, permaneció a unas 100 millas de la costa este de Florida, azotado por el viento y la lluvia, y avanzando hacia Georgia, con expertos que dicen que podría golpear las costas de Carolina del Sur y Carolina del Norte el jueves y el viernes. Las alertas de marea tormentosa están en su lugar en toda la costa.
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