Líderes de los movimientos reformistas y conservadores instaron el lunes al primer ministro Benjamín Netanyahu a impedir el nombramiento de un activista del Likud reconocido por sus opiniones racistas para un puesto de alto rango en la Organización Sionista Mundial (WZO).
También solicitaron que el Fiscal General Avichai Mendelblit inicie una investigación penal contra Jacques Kupfer, quien además es copresidente del movimiento mundial del Likud, por incitación al racismo y a la violencia.
El nombramiento de Kupfer para el puesto de director del Departamento de Asuntos de la Diáspora de la WZO, aprobado hace dos semanas como parte de un acuerdo alcanzado en el Congreso Sionista Mundial, aún requiere la aprobación final del consejo ejecutivo de la entidad, que se reúne esta semana.
En el pasado, Kupfer, nacido en Francia, ha pedido a Israel que niegue el derecho al voto a sus ciudadanos árabes, ha denunciado a los legisladores árabes como «terroristas» y «enemigos del Estado», se ha referido al «palestinismo» – es decir, al apoyo a los derechos de los palestinos – como un virus mortal, y ha catalogado a los izquierdistas israelíes como traidores.
«Consideramos fundamentalmente inaceptable que un hombre que incita regularmente al odio en varias plataformas diferentes sea nombrado para el cargo superior de un director de departamento en la WZO, que es el equivalente de un ministro en el gobierno de Israel», escribieron los líderes del movimiento en su carta, también enviada a Miki Zohar, el recién nombrado presidente del Likud Mundial, y a Yaakov Hagoel, el recién nombrado presidente de la WZO.
«Una investigación que llevamos a cabo revela un cuadro inquietante de comentarios racistas contra ciudadanos árabes del estado de Israel, de los que se sospecha que han sido dichos en violación de la ley, así como declaraciones violentas y vulgares contra ciudadanos del lado izquierdo del mapa político», agregó la carta, que incluye una lista de tales observaciones y declaraciones ofensivas, así como enlaces a videoclips de discursos públicos de Kupfer.
«En nuestra opinión, un individuo que promueve un programa que socava los fundamentos democráticos del Estado de Israel y los valores fundamentales del sionismo no es apto para desempeñar un papel de alto nivel en las instituciones nacionales. Esto es aún más cierto cuando esa persona ve a sus socios alrededor de la mesa de la dirección sionista como traidores», añade el mensaje.
Los líderes reformistas y conservadores instaron a Netanyahu a nombrar a un representante del Likud «digno, competente y respetuoso de la ley» para este puesto de alto rango en lugar de Kupfer. «Estamos seguros de que el Likud Mundial tiene representantes capaces de expresar las posiciones del movimiento sin cruzar las líneas rojas de la incitación, el racismo y el odio», escribieron.
La carta fue firmada por el rabino Alan Silverstein, presidente de Mercaz Olami, la organización sionista del movimiento conservador-masortí; Sophie Fellman, presidenta del movimiento masortí en Israel; el rabino Mauricio Balter, director ejecutivo del movimiento masortí mundial; la rabina Lea Mühlstein, presidenta de Arzenu, la organización paraguas para sionistas reformistas y progresistas; Yair Lotstein, presidente del movimiento reformista en Israel; y el rabino Gilad Kariv, director ejecutivo de los reformistas israelíes.
La misión del Departamento de Asuntos de la Diáspora, tal como se define en el sitio web de la WZO, incluye «construir puentes entre los judíos de todo el mundo», «hablar de Israel desde todos los ángulos», «establecer conexiones entre las comunidades judías e Israel en los cinco continentes» y «fortalecer la identidad sionista entre los jóvenes judíos».
Como parte del acuerdo alcanzado la semana pasada entre las diversas facciones del Congreso Sionista Mundial, muchos puestos importantes en la WZO y su organización afiliada, Keren Kayemet LeIsrael (KKL), fueron entregados al Likud. Entre ellos se encontraba el director del Departamento de Asuntos de la Diáspora de la WZO, un puesto que durante los últimos cinco años había sido ocupado por Gusti Yehoshua Braverman, un representante del movimiento reformista.
Ex jefe del Likud en Francia, Kupfer es conocido incluso en los círculos del partido como un extremista cuyas opiniones no son necesariamente representativas del partido gobernante de Israel. Firme defensor de la política de asentamientos, ha reprendido a Netanyahu por haber abandonado sus planes de extender la soberanía israelí a la Ribera Occidental. También ha organizado recaudaciones de fondos y marchas de solidaridad para el asentamiento judío en Hebrón.
Kupfer emigró a Israel hace 20 años, pero viaja regularmente a Francia. Es el fundador y director de una organización de extrema derecha llamada Israel es para siempre, que se dirige a la comunidad de habla francesa. Enumera entre sus objetivos clave «hacer valer nuestros derechos inalienables en toda la Tierra de Israel y hacer campaña contra cualquier otro plan de partición en beneficio de un pueblo inexistente y un futuro estado terrorista».
Otros objetivos de la organización incluyen poner fin a los programas de acción afirmativa dirigidos a los miembros de la comunidad árabe de Israel.
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