En el contexto de las continuas fricciones entre Israel y Polonia sobre la memoria del Holocausto, Yad Vashem invitó al presidente polaco Andrzej Duda a unirse a otros líderes mundiales en un importante evento previsto para Jerusalem en enero, para conmemorar el 75º aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz.
El Jerusalem Post ha sabido que Varsovia aún no ha decidido si Duda asistirá. Entre los líderes mundiales que se espera que participen se encuentran el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente francés Emmanuel Macron.
El evento de un día en Yad Vashem está programado para finales de enero.
El Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau en Polonia está organizando un gran evento propio en el campo de exterminio el día de la liberación, el 27 de enero, que es el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto. Un evento similar se celebró allí en el 70º aniversario, al que asistieron unos 300 supervivientes, varios dirigentes mundiales y una delegación de unos 50 países.
Israel y Polonia han estado peleando durante los últimos dos años sobre temas relacionados con el Holocausto, comenzando en 2017 cuando se introdujo una legislación en Polonia que lo habría convertido en un delito que acarrearía una sentencia de prisión por atribuir la complicidad en el Holocausto a la “nación polaca” o por utilizar términos como “campos de exterminio polacos”.
A principios de este año se desencadenó otro incidente diplomático cuando el Primer Ministro Benjamin Netanyahu fue citado erróneamente durante una visita a Varsovia diciendo que “los polacos cooperaron con los nazis” para matar judíos, cuando en realidad dijo “polacos”, es decir, algunos polacos.
Como resultado de ese incidente, el Primer Ministro polaco Mateusz Morawiecki canceló en el último minuto su participación una semana después en una cumbre en Israel de los países de Visgrado: Polonia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
La situación se agravó aún más unos días más tarde cuando el Ministro de Asuntos Exteriores Israel Katz, en su primer día en el cargo, dijo por televisión que los polacos chupan el antisemitismo de la leche de sus madres.
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