Este libro es un intento de ayudar a otros a transitar el duelo, a sentirse comprendidos y a manejar la culpa inevitable que trae la muerte consigo. ¿Por qué tú y no yo?
No hay consuelo más que aprender a vivir sin el amado, a soportar las lágrimas que se juntan de tanto en tanto y a inventar otra forma de seguir hablando con el que se ha ido. La Otra Vida de Daniel, ofrece una nueva forma de pensar en la muerte y en el proceso que no termina con la aceptación, como se ha dicho tanto. Lo que nos queda, a los que hemos perdido tanto, es transformar la vida que teníamos cuando todo estaba completo. Es una oportunidad para vivir distinto, para darle un nuevo significado que les de esperanza de encontrarnos de nuevo.
La autora habla de la negación, la culpa, el resentimiento, pero también incita a buscar una manera nueva de vivir con la pérdida. Dialoga sobre la homosexualidad y lo que supone vivirla en una cultura que todavía no está preparada para esto. Transmite las emociones de los que sufren y encuentran en el suicidio una vía para terminar su infierno.
Los seres humanos nacemos con moral para poder vivir en grupo, la cultura la ha convertido en un perseguidor interno que te culpa por casi todo. Hay quienes nacen con más culpa que otros, para ellos también es este libro, pues muestra sus distintas caras y la manera de transformarla en gratitud para continuar viviendo. La Otra Vida de Daniel te mostrará a un ser humano que entendía los principios básicos de convivencia y era un ejemplo de ello.
Para la escritora: “La Otra Vida de Daniel es el testimonio de una madre que ha perdido a un hijo, le habla a quienes viven una tragedia en su vida, quienes han sufrido el suicidio de algún ser querido, algo que está tan estigmatizado en la cultura, pero es la décima causa de muerte en Estados Unidos”.
Eva Marcuschamer es doctora en Psicología Psicoanalítica, autora de libros sobre Orientación Educativa, Introducción a la Psicología para el sistema UNAM y dos tomos del mismo tema para el sistema SEP. Ha ofrecido conferencias en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, y México.
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