Tras un proceso de remodelación que duró dos años y medio, el Museo Judío de Berlín, abrirá de nuevo al público el próximo 23 de agosto con un nuevo montaje, cuya exposición central será: “La vida judía en Alemania: pasado y presente”, en la que a través de 3,500 metros cuadrados se presentará un recuento historiográfico de la comunidad judía de ese país.
El origen del museo se remonta a 1933 cuando se fundó como el primero en su tipo en el país, pero con la llegada de Adolfo Hitler a la cancillería, fue cerrado y la idea de restaurarlo surgió hasta 1970 pero no se materializó completamente hasta después de la reunificación alemana con el apoyo del gobierno alemán que lanzó una convocatoria para su diseño y construcción.
Debido a su acervo, sus dimensiones y la relevancia de su localización, es considerado uno de los museos más reconocidos en Europa y el más importante de su tipo en el mundo.
Su apertura en el año 2001, bajo la propuesta del arquitecto de origen polaco Daniel Libeskind se basó en tres premisas: la importancia de las aportaciones de la comunidad judía a la historia de la ciudad, la necesidad de integrar el significado del Holocausto a la conciencia y la memoria de la capital alemana y, el replanteamiento del significado de la vida judía para Berlín y el resto de Alemania.
El recinto volvió a cerrar sus puertas en el año 2017 para iniciar la renovación y ampliación que estuvo a cargo de los despachos Chezwitz GmbH y Hella Rofles Architects BDA, entre otros.
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