La policía de Londres disolvió una boda judía que se realizaba en el norte de la capital británica a las que habían asistido unas 400 personas, a pesar de un cierre nacional que se dispuso en el marco de la pandemia por el COVID-19.
La Yesodey Hatorah Senior Girls ‘School, una escuela secundaria judía ortodoxa financiada por el Estado, fue el escenario elegido para la boda y cuyo director murió a causa del coronavirus el año pasado.
La policía metropolitana informó que los oficiales encontraron a cientos de personas apiñadas en la escuela del norte de Londres con las ventanas oscurecidas el jueves por la noche. La fuerza dijo que “después de las investigaciones se estableció que el grupo se había reunido en el lugar para una boda”.
Las bodas se permiten solo en “circunstancias excepcionales”, como que un miembro de la pareja esté gravemente enfermo, y con un máximo de seis personas que asistan.
De acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias AP, el organizador podría enfrentar una multa de 10.000 libras (unos 13.600 dólares). Muchos invitados huyeron cuando llegó la policía, pero cinco personas que asistieron recibieron multas de 200 libras.
Desde la Yesodey Hatorah Senior Girls ‘School informaron en un comunicado que estaban “absolutamente horrorizados por el evento de anoche y lo condenamos en los términos más enérgicos”.
La escuela dijo que su salón había sido arrendado a una organización externa y “no teníamos conocimiento de que la boda se estaba llevando a cabo”.
El director de la escuela, el rabino Avrahom Pinter, murió en abril después de contraer el coronavirus.
De acuerdo a lo informado por el portal de noticias Arutz Sheva, el Gran Rabino del Reino Unido, el rabino Ephraim Mirvis, respondió al incidente y escribió: “Esta es la profanación más vergonzosa de todo lo que apreciamos”.
“En un momento en que todos estamos haciendo tan grandes sacrificios, equivale a una descarada abrogación de la responsabilidad de proteger la vida y ese comportamiento ilegal es aborrecido por la abrumadora mayoría de la comunidad judía”, añadió.
Los pubs, restaurantes y lugares de entretenimiento en Gran Bretaña están cerrados, y las personas deben permanecer en su casa, como parte de las restricciones para frenar un nuevo aumento del virus. El Reino Unido ha registrado casi 95.000 muertes por COVID-19, la cifra más alta de Europa.
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