Está escrito en tres lugares diferentes sobre alguien que es referido como Tefilá, Plegaria.
Éstos son: ”Tefilá LeMoshé” (Plegaria de Moshé), “Tefilá LeDavid” (Plegaria de David), “Tefilá Leaní” (Plegaria del pobre).
Dice el Zohar: ¿Cuál es la mejor Tefilá (Plegaria) de estos tres? “La Tefilá del pobre”, ya que viene de un corazón roto y siempre es recibida por
Dios.
El pobre siempre está doblegado con Dios. El pobre siempre habla con Dios y Dios siempre lo escucha.
No es necesario ser pobre en la realidad para sentirnos doblegados y que Dios nos escuche, sino que debemos sentirnos, considerarnos pobres y así nuestra Tefilá se considerará como la de un pobre que siempre es recibida por Dios.
¿Cómo nos sentimos pobres? Sintiendo que no tenemos nada si no es por la ayuda de Dios. Sintiéndonos doblegados frente a un ser tan grande que es capaz de darnos o quitarnos lo que Él decida de un segundo a otro.
Así como dice el Talmud: “La persona que reza debe bajar su vista y su corazón hacia el Cielo y sentirse como un pobre que le toca la puerta a un hombre rico para pedirle pan”.
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