El vandalismo antisemita ha golpeado a Francia, Grecia y Ucrania en la última semana.
Alrededor de una docena de tumbas fueron vandalizadas en el cementerio judío de Bayona, en la zona de los Pirineos Atlánticos, en el suroeste de Francia.
Los daños fueron vistos por Déborah Loupien-Suares, presidenta de la comunidad judía de Biarritz y Bayona, mientras visitaba las tumbas de sus abuelos. Ella dijo a los medios de comunicación locales que si bien varias lápidas fueron destrozadas y rotas, no había ningún graffiti antisemita en el lugar.
Loupien-Suares dijo al diario francés Le Parisien que presentará una denuncia ante la policía local el martes.
En la Universidad Nacional V.N. Karazin Kharkiv, en Ucrania, el dormitorio de un estudiante judío, identificado sólo como “Vladislav”, fue objeto de vandalismo con grabados antisemitas, incluyendo “Ave Satanás”, cruces svásticas y símbolos de extrema derecha en una pared. La biblia de Vladislav fue robada por los autores, informó el sitio web jewishnews.com.ua.
La Comunidad Judía Unida de Ucrania, uno de los varios grupos de la comunidad judía, habría presentado una denuncia penal ante la policía.
Finalmente, en la ciudad griega septentrional de Trikala – que alguna vez fue una de las comunidades judías más antiguas del país – fue destrozado un monumento a las víctimas del Holocausto, y el exterior de la sinagoga de la ciudad fue desfigurado con consignas, entre ellas “Fuera las serpientes judías”.
La Estrella de David fue robada del monumento, cuya cerca circundante fue derribada.
El monumento fue objeto de dos actos de vandalismo en 2019.
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