VIII. Ascenso y declive de Benjamín Netanyahu: Redefiniciones en la Casa Blanca

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VIII. Redefiniciones en la Casa Blanca

Las tensiones entre Obama y Netanyahu revelaron particular filo cuando el primero resolvió emprender en 2011 una gira en los países árabes sin incluir a Israel.[1] Un hecho que reflejaba sin cosmética alguna las distancias personales y políticas entre ambos.

Así, no debe sorprender que la Casa Blanca planteara a Israel dos exigencias. La primera: concertar un acuerdo con el líder palestino Abu Mazen con el propósito de acelerar la formación de una entidad palestina soberana en fronteras mutuamente acordadas; y después, suspender la colonización de los territorios en Transjordania ocupados por Israel desde 1967. Ni una ni otra fueron hasta hoy satisfechas.[2]

Las divergencias entre ambos se dilataron cuando Netanyahu fue invitado por tercera vez a exponer sus ideas en torno al Medio Oriente en el congreso norteamericano. Previsiblemente, Obama se excluyó de este encuentro.  Desde entonces las distancias entre ellos se antojan irreparables. Circunstancia que asumirá amplio peso si los demócratas conquistan el próximo mes la Casa Blanca.


Ciertamente, en la campaña electoral norteamericana que tomó impulso en 2015 Bibi apoyó sin reservas las ambiciones de Donald Trump. Previsible actitud pues desde su temprana juventud había adherido a los planteamientos de la derecha liberal de este país. En cualquier caso, la amistad que había cultivado  con el padre de Trump en su momento y el origen judío del yerno del candidato presidencial facilitaron el contacto personal con el candidato republicano.

Electo presidente en 2016, Trump revela desde entonces franco apoyo a Bibi. Dos ejemplos: el traslado de la embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén y el aliento a la anexión  de las alturas del Golán. En últimas fechas, las relaciones abiertas de Israel con Bahrein y el Emirato árabe fortalecieron los nudos entre ellos.

Sin duda, Netanyahu favorecerá a Trump en la próxima jornada presidencial movilizando el apoyo de los círculos evangelistas en USA que consideran a Israel como el lugar donde, en algún momento, cristalizará la redención universal y divina.

Hacia una inestable coalición gubernamental

Entre 2019 y 2020 tuvieron lugar en Israel tres jornadas electorales. En la última, la coalición de derecha jefaturada por Biby obtuvo 58 lugares de los 120 que componen el parlamento, mientras que su opositor Benny Gantz contó en principio con la posibilidad de formar gobierno en conjunto con la lista árabe que sumaba 15 escaños. Un escenario sin precedentes que pudo conducir a una nueva combinación de fuerzas.

Sin embargo, Ganz prefirió acordar un gobierno de coalición que bien pronto se tradujo en fisiones internas y en el debilitamiento de su partido. Convinieron que Netanyahu ejercerá el liderazgo en los primeros 18 meses hasta noviembre 2021 en tanto que Ganz le seguiría por igual periodo.

No pocos opinan en los días que corren (octubre 2020) que la presente constelación se desgranará abriendo paso a dos eslabonados escenarios. Por un lado, su total ruptura y el inicio de un nuevo torneo electoral que probablemente concederá limitada victoria a Netanyahu y el importante ascenso de Derecha jefaturada por Bennet. En tal caso, serán actores importantes los líderes de las colonias ubicadas en Judea y Samaria y la ortodoxia fundamentalista religiosa.


[1] Véase al respecto B. Avishai, Relaciones ambiguas con Obama, New Yorker, Feb. 4, 2015

[2] Sobre el origen y evolución de Judea y Samaria véase J. Hodara, La derechización de las utopías: Gush Emunim, Estudios de Asia y África, XXI-1-1986

Acerca de Joseph Hodara

Invitado por la UNAM llegué a México desde Israel en 1968 para dictar clases en la entonces Escuela de Ciencias Políticas y Sociales ( hoy Facultad). Un año después me integré a la CEPAL con sede en México para consagrarme al estudio y orientación de asuntos latinoamericanos. En 1980 retorné a Israel para insertarme en las universidades Tel Aviv y Bar Ilán. En paralelo trabajé para la UNESCO en temas vinculados con el desarrollo científico y tecnológico de América Latina, y laboré como corresponsal de El Universal de México. En los años noventa laboré como investigador asociado en el Colegio de México. Para más amplia y actualizada información consultar Google y Wikipedia.

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