Yom Kipur es un día increíble, un día donde podemos quitarnos de encima las culpas de todo el año y componer nuestros errores.
Yom Kipur solo “funciona” si le “entramos”, es decir, hay que conectarse con Yom Kipur para que en verdad nos limpie.
Eso significa Teshubá. Pero Teshubá no es todo o nada, no es vestirse de negro o usar falda. Teshubá es para todos y en todos los niveles.
Teshubá significa “regresar”. Regresar al plan original, regresar al YO que en verdad quiero ser, regresar a Dios.
¡Pero es en serio! O sea, en verdad no podemos ir a Kipur, cantar un poquito con el Jazan y esperar que Dios nos vaya a dar un año de vida y bienestar.
¡Hay que trabajar! Hay que implorar, hay que componer y… sobretodo, hay que cambiar.
Dios nos quiere dar vida pero tenemos que justificarla, te va a preguntar: ¿Para qué quieres la vida? ¿Para qué quieres salud? ¿Qué vas a hacer con el dinero que te mando, con el poder que tienes, con tu capacidad mental?
Tenemos que justificar lo que pedimos.
Si voy al banco para obtener un crédito para algún proyecto o desarrollo, el gerente del banco está dispuesto a darme un préstamo, de hecho, QUIERE darme el préstamo. Pero necesita un plan de mi parte como pienso pagarlo. ¿Cómo se lo voy a reponer?
Dios nos da crédito, nos quiere dar crédito. Pero quiere un plan. ¿Cómo le vas a hacer?
Es sabido que Einstein dijo que locura es hacer lo mismo esperando resultados diferentes. Yo no puedo pretender seguir igual y pedir un crédito mayor.
“El negocio” tiene que actualizarse. Nos tenemos que actualizar.
Antes de Kipur hay que ir con nuestros compañeros y buscar su perdón. Si tomé algo sin permiso hay que devolverlo.
Y con Dios, llegar con un plan. Tenemos un poco de tiempo todavía. Lleguemos con plan y pidamos que nos dé el máximo crédito posible:
¡Un año de vida! Shana Toba y Gmar Jatima Tova!
Artículos Relacionados: