El presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, dijo que la transición tiene que hacerse de una manera constitucional y que el poder no debe ser entregado a los manifestantes. Ello afirmó en una entrevista en Saná para la periodista Lisa Sinjab, de la BBC, que los partidos de oposición le dieron la bienvenida al plan, pero los manifestantes siguen presionando para la salida inmediata del mandatario. Sus declaraciones se produjeron después de que acordara un plan que implicaría su renuncia a cambio de inmunidad. Saleh afirma que al-Qaeda se ha infiltrado en la oposición y que Occidente pagará un precio si los anima.
Cuando se le preguntó si va a escuchar a los manifestantes en las calles que piden su salida, dijo que si la mayoría de la población quiere que se vaya, entonces lo hará. En el círculo de los activistas de la oposición, hay un gran escepticismo. Rechazan la iniciativa de los estados del Golfo para transferir el poder del presidente Saleh y dicen que no confía en sus promesas. Además afirman que están planeando aumentar las manifestaciones hasta que el mandatario deje el cargo. Al menos 130 personas han muerto durante los dos últimos meses de protestas en Yemen, inspiradas por los levantamientos en otras partes del mundo árabe.
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