Hezbollah (Hizb Allah o “Partido de Dios”, también conocido como Hizb a Shaitán o “Partido de Satanás” por los rebeldes sirios) confirió cerca de cien mil dólares (75 mil euros) a los dos sospechosos buscados por el atentado perpetrado el 18 de julio de 2012, en el Aeropuerto de Burgas, Bulgaria, en el que fueron asesinados cinco israelíes y un chofer local – musulmán-, según un reporte del diario búlgaro 24 Horas.
El informe de 24 Horas, que cita a servicios de inteligencia extranjeros y a bancos internaciones, indica que el dinero fue enviado a cuentas bancarias en Australia y Canadá, y tenía como objetivo financiar la organización del atentado como así también diversas tareas de reconocimiento en otros países.
El Ministerio del Interior búlgaro publicó las fotos de los sospechosos del atentado perpetrado precisamente en el décimo octavo aniversario del ataque terrorista contra el centro comunitario judío AMIA en Buenos Aires.
Los resultados preliminares de la investigación del atentado, perpetrado en el estacionamiento del aeropuerto de la ciudad balnearia del Mar Negro, contribuyeron a que la Unión Europea incluya al grupo chií libanés pro-iraní en su lista de organizaciones terroristas.
El terrorista que portaba la bomba murió en el atentado y aún no ha sido identificado.
El Gobierno de Sofía publicó la identidad de los presuntos cómplices señalando que se trata del ciudadano australiano Maliad Farah, de 32 años, y el canadiense Hassan El Hajj Hassan, de 25 años, ambos nacidos en el Líbano.
Según reportes anteriores los investigadores detectaron que los sospechosos habrían escapado vía Turquía al Líbano, dónde estarían escondidos.
De acuerdo con el periódico online búlgaro Presa, las licencias de conducir norteamericanas falsificadas, que fueron usadas por los sospechosos, fueron impresas en la Universidad Internacional Libanesa de Beirut, donde ambos estudiaban ingeniería.
Los presuntos terroristas recibieron entrenamiento en el Líbano entre finales de 2010 y principio de 2011, aseguraron los investigadores al diario Presa.
Una muestra ineludible del nexo de esa organización con el terrorismo internacional, que se judicialicé la apología del terrorismo a nivel global.