Decenas de miles de iraníes transformaron el funeral de un destacado clérigo disidente en una manifestación antigubernamental, entonando cánticos contra el gobierno de Teherán y contra el Líder Supremo, ayatollah Ali Khamenei, calificándolo de “dictador”, según un reporte de la cadena británica BBC.
Una multitud acudió al entierro del ayatollah, Jalaluddin Taheri, en la ciudad de Ispahán, la segunda urbe más grande de Irán.
La protesta fue la más grande de los últimos años y la policía se abstuvo de intervenir, a diez días de los comicios generales en el país persa.
Taheri, falleció a los 87 años de edad, era un líder religioso que estaba a favor de los reformistas, renunció a su puesto en señal de protesta y era el opositor más vocal contra el gobierno
“Ni el Shah ni los norteamericanos tienen ninguna influencia en este país; entonces, ¿por qué culparlos de los déficit, los fracasos y los problemas? ¿Por qué no escuchar las criticas constructivas y usar a los verdaderos cerebros y a los competentes?”, escrbió en su carta de renuncia el ayatollah Taheri.
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