Con profunda tristeza nos enteramos el día de hoy del fallecimiento de uno de los grandes exponentes de deporte ciencia no solo en nuestro país sino de trascendencia interancional; campeón nacional en 1972 y con título de Maestro Internacional (MI).
Conocí al maestro Willy en un campeonato nacional por allá en los años 80’s, siendo presentado por el también MI Keneth Frey Beckman y desde un principio causó en mi una grata impresión. Un “tipazo” en toda la extensión de la palabra.
Entre otra de sus muchas aptitudes se encuentra el dominio de los idiomas, manejando 20 a la perfección, además de algunas lenguas indígenas; aptitud que lo llevó a formar una de las empresas traductoras más importantes de México.
También era experto en palindromas, que es el arte de armar frases que se leen igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha, siendo autor del libro Lúdica lengua: Cornucopia de curiosidades castellanas y de Picardía palindrómica.
A los 7 años los nazis invadieron su pueblo
Hijo de padre holandés y madre mexicana, Willy De Winter tuvo que enfrentarse desde los 7 años a la realidad de la guerra y a la invasión de los alemanes en su pueblo natal Arnhem (Países Bajos). Esta realidad llevó a su familia a ofrecer su hogar como un espacio seguro para los refugiados, hasta que un día la Gestapo arrestó a su padre por ser judío.
“Mi papá fue recogido en algún momento por los alemanes por ser judío, pero se salvó por algo muy curioso: él tenía guardada una gran bolsa de café y les dijo a los policías de la Gestapo que si lo dejaban, se las regalaba, así que lo dejaron libre y tuvo que esconderse en una puertecilla debajo del piso de la casa de mi maestra de primer año. Ahí pasó los últimos meses escondido de los alemanes”, recuerda De Winter.
México como refugio
Tras terminar la guerra, y tras fallecer su padre, Willy emigró a México, donde comenzó a sentir una gran fascinación por el español y las lenguas indígenas, lo que lo llevó a conocer diferentes culturas a través de la lingüística. Cabe resaltar que por nacimiento habla el idioma holandés, pero durante la Segunda Guerra Mundial fue obligado a aprender alemán. Además, su padre le inculcó el francés e inglés, y su madre el español. El idioma ruso, menciona, lo aprendió para jugar ajedrez profesionalmente, otra de sus grandes pasiones en la vida. El conjunto de estas vivencias hizo que su forma de ver la vida se enfocara en los valores humanos más que en los monetarios, en las oportunidades que traen las crisis y en la importancia de la humanidad como filosofía de vida.
Zijronó Lebrajá
MI MAS SENTIDO PESAME:
Gracias por tú trabajo
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