Marisol Seraj Bat-Sheva Hidalgo-Bonefil.
Doctoranda en Ética y Democracia
Universitat de València, España.
La vida en comunidad para un judío es fundamental ya que te permite compartir con tu Mishpajá, esa tribu de hermanos y hermanas que te hacen sentir arropada y acompañada por los tuyos, por los propios, por los mismos, sean sefarditas, asquenazitas, mizrajíes o de otras ramas del judaísmo que al igual que tú se encuentran en diáspora.
Porque los hijos e hijas de Israel, están compuestos por doce tribus unidas por una sola fe en el Único, el Invisible, el Intangible, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente. El que ve y escucha todo, el UNO como así lo expresó el Patriarca Jacob y al que le escribía sus versos y alabanzas el Rey David en el único libro del Tanaj que se compara con la misma Torá, tanto en tiempos de Victoria como de Conflicto.
De tal manera hoy, al igual que hace cuatro mil años atrás debemos abrazar nuestra fe y tradiciones como nunca antes, ya que en este siglo XXI nos encontramos atravesando un tiempo de oscuridad y desesperanza. Por lo que debemos ser ejemplo de la misma luz que ha dado aliento y vida desde los orígenes a toda la creación a todo Ser y que yace dentro del infinito Cosmos de lo que fue, es y será.
Por ello, se el aliento de Hashem, esa Neshamá que habita en cada uno de nosotros como soplo y esencia de Di-s, la cual, nos ha sido transmitida por nuestros Aboteinu Shorahim más allá del tiempo y del espacio. Siendo el único objetivo que cada uno de nosotros pueda trascenderse a sí mismo, no estando limitado por su propia naturaleza, ya que podemos elegir reaccionar ante nuestro entorno como también influir sobre él, frente a la negatividad, el odio, la discriminación y la violencia, transformándola en luz.
En consecuencia, has que tus elecciones y acciones cobren un verdadero significado, modificando el mundo que te rodea para construir un lugar mejor, donde todas y todos tengan la posibilidad de brillar con su propia Luz que es la misma que proviene de la Fuente Divina que es Di-s.
En particular, porque solo unidos como una verdadera Shevet Ajim Ve-Ajaiot, podremos salir adelante y llevar esa chispa de Amor al mundo, más allá del odio que impera en este planeta, por la falta de respeto y tolerancia que es contraria a los preceptos inscritos y sellados en la Torá que está contenida en cada uno de nosotros.
En este sentido, abraza a tu hermano y hermana desde el calor de tu corazón y pídele perdón cuando la hayas ofendido, amándola como a ti mismo, porque al fin de cuentas él o ella, es el vivo reflejo del único y sabio Di-s. Por tanto, se consecuente a través de tus actos con la religión que practicas que ha sido resguardada desde el inicio de los tiempos y no oses dañar a otro porque lo ves indefenso. Ya que así, como tratas a tu hermana serás tratado y así como juzgas serás juzgado por Hashem.
Así debes ser consciente y tener la humildad de comprender que eres un grano de arena que forma parte del vasto Universo y si clamas por la protección de Di-s, sólo podrás recibirla cuando abraces al otro como si fueran UNO. Ya que el judaísmo, nos recuerda que estamos en este mundo para aprender a ser mejores personas, a respetarnos los unos a los otros, pues si clamamos a Di-s por el respeto y protección de Israel, debemos actuar de la misma manera con nuestros prójimos, al poner en práctica lo que dice Levítico 19:18 cuando nos recuerda que: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Es por ello que debo agradecer al Rabí Eliahu Bar Geva, por sus sabias enseñanzas y consejos desde una mirada compasiva, ante todo aquel que se cruza en su camino, respetando los preceptos inscritos en la Torá y en la Halajá que nos recuerda a cada uno, ser Luz entre tanta Oscuridad. Al igual que a la Rabbanit Batjem Bar Geva que este pasado Lag BaOmer nos dio un gran mensaje de Luz que fue recibido por todo aquel que prestó oído, al recordarnos que debemos amarnos los unos a los otros en una celebración que llevaré en mi corazón por siempre, pues una Comunidad sin Rabino es como una copa sin vino…
Muchas Bendiciones y Amor para cada uno y que la Luz de Hashem los cuide, llenándoles de buenos frutos y larga vida, multiplicándolos como las semillas del árbol de la Granada en la casa de Rajel que con su hospitalidad y esperanza, nos colmó a todos de Fortaleza, Valentía y buena Fe.
Am Israel Jai!!!
Especial para Diario Judío de México.
29/5/2024. Alicante, España.
De esta forma, el judaísmo no solo es un religión es una cultura y tradición identitaria que se remonta al origen del origen desde la propia esencia del hacedor del Universo del Todo y de la Nada misma
Artículos Relacionados: