La financiación del dispositivo ha sido aprobada por el Congreso estadounidense después de la visita el pasado 14 de enero a la zona de una alta delegación del Pentágono encabezada por el subsecretario de Defensa, Robert O. Work, y tras sopesar sus posibilidades de éxito, explica el diario Yedhot Aharonot.
Se trata de un complejo sistema de cientos de censores supuestamente capaces de detectar pequeños movimientos y ruidos a decenas de metros de profundidad y de limpiarlos de la contaminación exterior para saber si éstos responden a los de una excavación subterránea.
Sometido a pruebas desde el año pasado, el sistema recibirá un fuerte impulso gracias a la financiación de EEUU, que ve en él una solución práctica para su frontera con México.
“Si los estadounidenses tuvieran la más mínima duda sobre la efectividad de esta patente, el Congreso no habría aprobado ni un céntimo”, consideró el Alex Fishman.
Hasta su completo funcionamiento el nuevo sistema exigirá una aportación similar por parte de Israel y en total costará cerca de 250 millones de dólares.
El problema de los túneles en su frontera con Gaza fue uno de los catalizadores de la ofensiva terrestre de Israel contra Hamás en 2014 y una de las razones por las que la contienda se prolongó mucho más de lo esperado.
Hace unos días, tras la muerte de siete trabajadores en un túnel cuya ubicación se desconoce, dirigentes del movimiento terrorista palestino reconocieron que sus hombres han retomado las excavaciones y que los túneles forman parte de una estrategia ofensiva futura para luchar contra Israel.
En respuesta, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, advirtió el domingo de que Israel atacará con “mucha fuerza” si el grupo islamista lleva a cabo agresiones empleando túneles.
“Estamos trabajando de forma metódica y fríamente contra todas las amenazas, incluida la de Hamás, y adoptando medidas tanto defensivas como ofensivas”, manifestó Netanyahu en una conferencia.
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