En una entrevista con la televisión estatal, el presidente de Siria, Bashar al Asad, dijo que su gobierno no corre peligro de caer a pesar de que hace cinco meses que se producen ininterrumpidamente protestas antigubernamentales en las calles de todo el país.
Asad defendió su respuesta a las protesas y dijo que la solución para Siria es política pero que la violencia debe ser reprimida con firmeza por las fuerzas de seguridad. Añadió que se han llevado a cabo pasos para introducir un sistema multipartidista y que habrá elecciones generales en el plazo de seis meses.
La entrevista es la cuarta aparición pública del mandatario desde el inicio de las protestas contra él a mediados de marzo. Por su vez el Estados Unidos y Turquía están trabajando de forma muy cercana haciendo presión en contra Asad de que la violencia tiene que parar, que los tanques deben retirarse y que debe comenzar una transición democrática real. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que los tanques del Ejército sirio se han retirado de la ciudad de Hama, donde habían participado en la represión de las protestas antigubernamentales.
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