Como es su costumbre, una vez por mes, el Gran Rabino Yitzhak Dovid Grossman realiza visitas a enfermos en centros médicos en Israel con el propósito de apoyarlos y bendecirlos en esas circunstancias tan complejas de la vida.
Entre sus visitas, el Rabino Grossman llegó a la casa de Tzvika Levi, mismo que lleva el apodo de “Padre de los soldados solitarios” y padece de Esclerosis Lateral Amiotrófica -enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular-.
Tzvika Levi, quien fue galardonado con el Premio Israel en 2017 por su “trabajo en pos de la comunidad” –misma distinción que recibió el Rabino Grossman en el año 2004- es considerado uno de los soldados más valientes de Israel quien se destacó en la Primera Guerra de Líbano y recibió la condecoración militar por su “valentía y coraje en el combate”. Miembro del Kibbutz Yifat, Tzvika realizó importantes emprendimientos comunitarios, entre otras cosas se ocupó de los soldados que no tenían familia (tanto israelíes como aquellos que hacía Alyia desde la Diaspora) y su labor lo llevó a que sea apodado Padre de los soldados solitarios.
El Rabino Grossman y Levi recordaron los proyectos en los que trabajaron en conjunto en pos de los soldados en Israel, el Rab Grossman lo bendijo y hasta le cantó canciones para elevar la moral de aguerrido ex soldado y padre de cientos de soldados solitarios.
El Rabino declaró que “visitar a Tzvika para mi es un honor ya que es un hombre con muchas bendiciones y una vida llena de Jesed –benevolencia- inigualable. Siempre se preocupó por los soldados sin familias o soldados con familias en estado de crisis y es por eso que muchas veces hemos trabajado juntos para salvar esas vidas que son tan preciadas para el futuro del Estado de Israel. Quiero expresar mi emoción al verlo a Tzvika, tan predispuesto para esforazrse en comunicarse conmigo, lo que demuestra que es y seguirá siendo un valiente gladiador”.
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