Mas de un mes pasó desde la mala noticia que recibí cuando Adrián, mi secretario para América Latina, me comunicó del fallecimiento de mi queridísimo amigo, Shimon Picker. Mi corazón se quebró y mis pensamientos y rezos están acompañando su alma, así como los de sus hijos y su adorable esposa, Golde.
Agradezco a Dios el haberme permitido conocer a un hombre con tanta impronta, con valores judíos y sionistas de los cuales era un abanderado, un hombre que se ocupó del prójimo, del necesitado; que buscó siempre la unión del pueblo judío ante la división; que buscó unir lo religioso con lo laico apoyando cientos de causas en pos de una sociedad judía mejor.
No tengo mas palabras que agregar salvo “Ha Rab Shimon! Siempre estarás en los miles de corazones de los niños y niñas de Israel”
Que Dios lo tenga en la gloria
Rabino Yitzhak David Grossman.
Baruj Dayan Haemet.
Que la familia no sepa más de penas