Mensaje del C. Secretario de Educación Pública, Dr. José Ángel Córdova Villalobos, en la Firma de Convenio entre la Universidad Hebraica-México y el Centro de Apoyo y Desarrollo Integral Sefaradí, y la presentación de la Maestría en Prevención y Tratamiento de Adicciones.
México, D.F., a 6 de noviembre de 2012.
Licenciada Esther Nehmad
Presidenta del Comité Ejecutivo del Centro de Apoyo y Desarrollo Integral Sefaradí, CADIS
Doctor Fainstein
Rector de la Universidad Hebraica-México
Apreciable comunidad universitaria,
Muy querida comunidad judía de México,
Amigas y amigos todos:
Me da mucho gusto acompañarlos hoy en esta ceremonia tan significativa, no sólo para la comunidad judía en nuestro país y para la Universidad Hebraica, sino para todos quienes trabajamos por un México sano, fuerte, educado y libre de cadenas esclavizantes, como lo son, sin duda las adicciones, principalmente las centradas en el uso y abuso de drogas, pero también del tabaco y del alcohol, que tanto daño hacen a quienes caen en sus garras.
El reto no es menor: hablamos de un problema de salud pública que impacta directamente el desarrollo integral de la sociedad y que amenaza a nuestros niños y jóvenes.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2011 de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, en el mundo más de 210 millones de personas consumen drogas ilícitas.
En México, los datos de la última Encuesta Nacional de Adicciones, que se publicó hace algunos días, arrojan lo siguiente:
· 15.6 millones de adultos entre 18 y 65 años de edad son fumadores activos y 19.7 millones dejaron de fumar hace más de un año;
· Existen 1.7 millones de adolescentes que son fumadores activos;
· Hoy, en México, el alcohol es la sustancia que representa el mayor problema en términos de adicciones. 8 de cada mil mexicanos consumen bebidas alcohólicas a diario; 8 hombres por cada mujer;
· 5.4% de la población bebe grandes cantidades al menos una vez a la semana;
· El 55.2% de la población inició su consumo de alcohol antes de los 18 años. Es preocupante que la edad promedio de inicio está disminuyendo, lenta pero constantemente;
· 4.9 millones de personas son dependientes del alcohol. Este problema afecta a casi el 11% de los hombres entre 12 y 17 años y al 1.8% de las mujeres en ese mismo rango de edad;
· Hoy, uno de cada cuatro ingresos a las salas de urgencias de los jóvenes de entre 15 y 25 años de edad está asociado al abuso del alcohol y la primera causa de muerte en los jóvenes son los accidentes viales y la causa más frecuente de los accidentes viales es el abuso en el consumo del alcohol;
· Asimismo, destaca que aun cuando el consumo de drogas ilícitas en nuestro país no es muy alto, afortunadamente, lo alarmante es que el uso de estas sustancias se inicia con mayor frecuencia a temprana edad: la edad promedio para el inicio en el consumo de drogas es de 18.8 años.
Ante este panorama, la Maestría en Prevención y Tratamiento de Adicciones que hoy se presenta, resultado de una afortunada alianza entre la Universidad Hebraica-México y el Centro de Apoyo y Desarrollo Integral Sefaradí, significa un valioso aporte de la sociedad civil judía y de su comunidad científica y académica al desarrollo del conocimiento en nuestro país, para la construcción de un México más sano y más fuerte.
Se trata de un novedoso programa de posgrado, abierto a todos, sin distinción de raza o religión, que está orientado a preparar profesionales de alto nivel capaces de abordar y atender la problemática de las adicciones, desde una visión global, que además del individuo afectado, considera también el entorno social en el que actúa.
Contar con profesionales capaces de detectar, diagnosticar y atender, de manera ética e integral, a quienes han caído en alguna adicción, así como con especialistas que ayuden al país a diseñar mejores estrategias de prevención es, indudablemente, una oportunidad que como sociedad debemos impulsar y como Gobierno respaldar, pues un pueblo saludable es un pueblo vigoroso y productivo.
Me siento realmente emocionado de saber que hoy se abre una nueva ventana a favor de la vida sana, no sólo desde la educación, sino también desde la sociedad civil, pues la vinculación virtuosa con que nace este programa de maestría le da, sin duda, un respaldo social de innegable valor, toda vez que el Centro de Apoyo y Desarrollo Integral Sefaradí, que hoy une sus esfuerzos al talento que significa la Universidad Hebraica, se ha distinguido por su vocación solidaria y generosa para impulsar el bien común de todos los mexicanos.
Iniciativas como la que hoy estamos atestiguando, sin duda, fortalecen las acciones que en el Gobierno del Presidente Felipe Calderón hemos realizado, desde el inicio de su gestión, de la mano de las autoridades educativas estatales, de las y los maestros, de los padres de familia, de los medios de comunicación y de la sociedad civil, para sembrar la cultura de la legalidad y de la prevención de violencia y adicciones, entre nuestros niños y jóvenes.
Hablo de una estrategia enmarcada en el Programa de Escuela y Salud, y estructurada sobre 4 grandes pilares:
· Salud Alimentaria,
· Activación Física,
· Educación Sexual y
· Prevención de Adicciones.
Sobre este último punto, quiero destacar que, en 2007, creamos el Programa Escuela Segura, que brinda a las comunidades docentes herramientas teóricas y metodológicas para participar como agentes de prevención y contención entre la población escolar.
Arrancamos el Programa con 1,175 escuelas; hoy tenemos más de 47 mil escuelas de preescolar, primaria y secundaria, en las 32 entidades federativas, que participan en el programa, beneficiando a casi 11 millones de niños y jóvenes. Asimismo, en el marco del Programa, se han integrado más de 23 mil grupos corales que fortalecen la convivencia y la integración de la comunidad escolar.
Además, hemos capacitado en prevención de adicciones a más de 700 mil docentes de secundaria y de primaria y la meta es llegar en a 850 mil docentes, para que puedan acompañar a sus alumnos en la adopción de estilos de vida saludable y apoyarlos para prevenir adicciones y, en su caso, detectar casos en riesgo y remitirlos al sector salud.
La estrategia trata de concretar el abordaje en el ámbito escolar de la prevención del consumo de sustancias adictivas a partir de un enfoque preventivo centrado en el desarrollo de habilidades personales y colectivas.
También hemos fortalecido, con la ayuda de la Secretaría de Salud, los contenidos curriculares, desde preescolar hasta secundaria, incluyendo el tema de las adicciones y sus consecuencias para la salud personal y social, de tal manera que las y los alumnos tomen conciencia del problema y tengan capacidad de tomar decisiones responsables e informadas ante situaciones que pueden poner en riesgo su integridad personal como consecuencia del consumo de sustancias adictivas.
Sé que las y los egresados de la Maestría en Prevención y Tratamiento de Adicciones podrán, en un futuro cercano, abonar a todas estas decisiones y acciones.
Amigas y amigos:
Desde su llegada a México, la comunidad judía ha sido fuente de impulso económico y cultural para el pueblo de México. Hoy son parte de esta gran nación que les dio cobijo.
Innumerables han sido y son sus empresarios, sus científicos, académicos, escritores, pintores, maestros, ingenieros y profesionales de la salud, que han aportado y aportan día a día al bien común de nuestro país. La Maestría que hoy nos convoca es tan sólo una muestra del compromiso de la comunidad judía con el bienestar de todos los mexicanos.
Lo digo siempre, pero es importante repetirlo porque hay que tomar consciencia de ello: sólo unidos, Gobierno y sociedad, podremos sacar adelante a México, trabajando codo con codo, a favor de la calidad en la educación, a favor de una nueva cultura de educación para la salud. Trabajando, pues, a favor de una nueva cultura para la vida.
Muchas felicidades y muchas gracias.
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