Tuvimos la fortuna de contar con la visita del Sr. Luis Opatowski, de origen belga, para nuestra clase de Shoá, quien justamente acompañará este año a la Marcha de la Vida 2019. Él, junto con su familia, fueron internados en el campo de trabajo de Stutthof. En ese mismo campo había gente de muchas nacionalidades, testigos de Jehová, españoles, etc.
Realmente platicó poco de su experiencia, dijo que no tenían cubiertos, que comían una sopa de cáscaras podridas y un café negro. Parte de su trabajo fue recoger basura, el desperdicio del metal que llegaba a la fábrica de armas subterráneo que había en el campo, había que ponerlo en carretillas.
Los ingleses lo liberaron y ellos pudieron salir. Llegaron a México después de varios años de trámites, ya que tenía familia que vivía a aquí.
En especial hizo énfasis en un mensaje de tolerancia, de luchar contra la indiferencia. Reconoce que el creador de Auschwitz fue el hombre y la ausencia de D´ es justamente el mal. Mencionó que lo que sucede es generado por el miedo, la ignorancia y la desinformación, lo cual debe ser combatido con la educación. Platicó que ha sido invitado a muchos foros no judíos a platicar de su historia, muchos de ellos en auditorios de 3,000 personas y le sorprende el respeto y el interés que su historia despierta.
Agradece la posibilidad que México nos brinda de poder vivir nuestro judaísmo con libertad, pero debemos luchar contra la discriminación de los indígenas, los ancianos, las mujeres y en general contra todos los prejuicios que aquejan a nuestro mundo.
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