De la más Excelsa Bravura, a la más Dulce Ternura
Predestinado a terminar sus días en el más cruel de los mataderos, este toro creció rodeado de un gran amor que lo hizo ver su futuro y su destino de maneras muy diferentes.
Cientos de generaciones de selección genética, o tal vez miles, se veían frustradas ante uno de los ejemplares más excelsos en cuanto a su bravura; o cuando menos, eso es lo que se pensaba de acuerdo a su figura y su linaje.
Sin embargo, este joven torito fue creciendo, contrario a las expectativas de la crueldad.
https://www.youtube.com/watch?v=LaCPVNyJrUE
Ferdinand es una muestra más allá de lo que un animal desarrolla en su vida, y que pone un ejemplo a los seres humanos; porque tal vez ese sea el verdadero mensaje de esta película, muy bien hecha en cuanto a estructura.
En verdad muchas veces, tenemos que meditar el porqué somos tan ciegos, en lo que se nos dice que debemos hacer.
Porqué no dejar que nuestros verdaderos sentimientos afloren, precisamente para acercarnos a lo que queremos, a quienes queremos, y lo que queremos ser.
En medio de una historia de toros bravos, de toreros, y de los públicos ávidos de sangre, se revela -como muchas veces debemos revelarnos nosotros-, una diferencia.
La “bravura” de Ferdinand se convierte en valor, y es precisamente el valor lo que hace que seamos diferentes y marquemos huella.
Ése es el sentido de esta tierna historia, donde un toro regala lo mejor de sí mismo, para regocijo de quienes lo rodearon y lo amaron.
Un toro que muestra que el valor no se trata de destruir, sino se trata de construir…precisamente lo contrario.
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Él es “Olé. El Viaje de Ferdinand”
Y ¡Olé por la Vida!
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