El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, llegó a El Cairo, en la primera visita de un mandatario de Irán a Egipto desde 1979.
El avión del mandatario iraní aterrizó en el aeropuerto internacional de la capital egipcia, donde Ahmadinejad fue recibido por el presidente egipcio, Mohamed Morsi.
Inmediatamente después, ambos jefes de Estado se reunieron en la sala presidencial del aeropuerto, donde analizaron medidas para resolver la crisis siria “sin una intervención militar”, además de conversar sobre la situación regional y las formas de reforzar los lazos bilaterales.
Por el momento, las autoridades egipcias no han revelado si ambos presidentes se entrevistarán de nuevo durante la estancia de Ahmadinejad en Egipto.
El presidente iraní viajó al país árabe para participar en la XII cumbre de la Organización de la Cooperación Islámica (OCI), que comenzará mañana.
Hoy tiene previsto reunirse con el jeque de la prestigiosa institución sunita de Al Azhar, Ahmad al Tayeb, y con responsables de periódicos egipcios.
Antes de viajar al estado norteafricano, Ahmadinejad aseguró en Teherán que “si Irán y Egipto toman una postura unida ante el caso palestino, la geografía política de la región cambiará”.
Además, insistió en la importancia de las relaciones entre Egipto e Irán por el bien de todos los países de la zona.
La llegada del mandatario iraní a El Cairo coincide con la detención del ex fiscal general de Teherán Said Mortazavi, cercano a Ahmadinejad, más de dos años después de haber sido acusado de torturas con resultado de muerte.
El Cairo y Teherán rompieron sus lazos en 1979 tras el triunfo de la revolución iraní, después de que el Gobierno egipcio decidiera acoger en su territorio al depuesto sha, Mohamed Reza Pahlevi, y debido a la firma de los acuerdos de paz de Camp David entre Egipto e Israel.
Morsi viajó el pasado 30 de agosto a Teherán, en la primera visita de un jefe de Estado egipcio en más de treinta años, para entregar la Presidencia del Movimiento de Países No Alineados a Irán en una cumbre en este país.
La visita de Morsi era la más esperada por la diplomacia iraní, que pretende mejorar los lazos con Egipto, para lo que se han dado ciertos pasos tras la caída del régimen de Hosni Mubarak en febrero de 2011. EFE
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