Símbolos racistas y antisemitas, incluyendo esvásticas, fueron pintados en más de 30 coches, casas, edificios y señales en un barrio judío de San Antonio, Texas.
Los graffitis fueron observados por trabajadores de la zona y por religiosos que salían de una sinagoga.
“Quiero decirle a los que hicieron esto que han pergeñado algo destructivo”, manifestó duramente Aryeh Scheinberg, rabino principal de la Congregación Rodfei Sholom.
“La vida de ellos podría ser mucho mejores si tuviesen más amor que odio”, sostuvo.
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