Israel ha anunciado recientemente planes para expulsar a un número de inmigrantes que entraron al país sin permiso, la mayoría de ellos desde Sudán o Eritrea a través del Sinaí entre 2006 y 2012. Como era de esperar la decisión ha elevado una protesta, incluso de grupos judíos estadounidenses. Contra estas críticas, Emmanuel Navon explica que los deportados no son refugiados y que las deportaciones están en línea con la práctica occidental en general:
Al igual que otros firmantes del Convenio de Refugiados 1951 de la ONU, Israel está obligado a conceder la condición de refugiado a las personas que huyen de “genocidio, la guerra, la persecución y la esclavitud a los regímenes dictatoriales.” Así lo hizo en 1977 cuando aceptó vietnamita “refugiados del mar” rechazados por otros países Lo ha estado haciendo para el pequeño porcentaje de inmigrantes africanos que son solicitantes de asilo reales. . . . Israel, por ejemplo, considera que el sudanés de Darfur es un caso especial,. . . Esta es la razón por la que hasta ahora el gobierno israelí ha otorgado el estatus de residente temporal a 500 refugiados de Darfur, y ha prometido acelerar el proceso de determinación del estatuto de refugiado para otros refugiados de Darfur.
Israel en teoría podría mantener a los inmigrantes ilegales de trabajo por razones altruistas (como se propone principalmente por grupos judíos estadounidenses), pero el gobierno de Israel, como cualquier gobierno responsable y que rinde cuentas, debe considerar el bienestar de sus propios ciudadanos. Los residentes del sur de Tel Aviv, [donde se asientan la mayoría de los inmigrantes], son víctimas del aumento de las tasas de delincuencia y del deterioro de las condiciones de vida. . . . Además, a diferencia de países grandes y envejecidos como Alemania y Japón, Israel es un país pequeño y densamente poblado con altas tasas de natalidad, y por lo tanto no tiene ni la necesidad ni la capacidad para legalizar la migración ilegal. . . . Israel solo está expulsando a los inmigrantes ilegales que son solteros, y ha dejado en claro que no expulsará a las familias.
Israel está lejos de ser la única democracia que devuelve inmigrantes ilegales. Estados Unidos expulsa a 400,000 inmigrantes ilegales cada año. Alemania ha estado enviando inmigrantes ilegales a Afganistán, e Italia a Sudán. En 2017, Alemania expulsó a 80,000 inmigrantes ilegales. . . .
Israel es un refugio seguro para todos los judíos, así como para los solicitantes de asilo no judíos que cumplen con los criterios de la Convención de Refugiados, que la mayoría de los inmigrantes ilegales no tienen. La política de Israel es consistente con el derecho internacional y con la práctica de otras democracias, y no debe juzgarse por estándares más altos.
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