Islandia finalmente ha reconocido al judaísmo como religión. El proceso duró más de un año y, a pesar de ser el hogar de una pequeña comunidad judía, Islandia nunca antes había reconocido la religión. El reconocimiento finalmente se otorgó el 8 de marzo.
El país tiene solo un rabino, Avi Feldman, quien inició el Jabad Lubavitch de Islandia en 2018. Feldman y los miembros de la comunidad han trabajado duro para obtener la aprobación formal de Islandia de su presencia.
La decisión es muy importante porque permite a los judíos pagar impuestos a sus propias instituciones religiosas. Los matrimonios judíos, los nombres de bebés y los funerales también serán aceptados por la ley civil.
Si bien una vez Islandia estuvo mayormente aislada, la inmigración al país ha aumentado constantemente. Algunos de estos inmigrantes son judíos que escaparon hacia el norte durante y después de la Shoá.
Cuando el rabino Feldman llegó por primera vez a Islandia, la comunidad judía tenía solo 100 miembros. Sin embargo, «nos encontramos con judíos locales a quienes no conocíamos previamente cada semana», dijo. Desde entonces, el rabino ha encontrado al menos 300.
Si bien la mayoría de los judíos viven en la ciudad más grande del país, Reikiavik, el rabino dijo que ha descubierto poblaciones dispersas en las ciudades más pequeñas de Akureyri y West Fjord. Incluso hay judíos que viven en algunos de los pueblos pesqueros de las afueras.
Con el crecimiento de la comunidad judía, Feldman ha luchado para apoyar su cultura y comunidad en Islandia. El primer servicio conmemorativo de la Shoá del país se llevó a cabo en enero de 2020. Poco después, la comunidad bailó por la calle con su primer rollo de la Torá. Se erigió una menorá en Jánuca en el centro de la ciudad.
En diciembre de 2019, el presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, Pinchas Goldschmidt, advirtió durante un encuentro en Ginebra, Suiza, que «los continuos esfuerzos realizados por varias naciones europeas para restringir nuestra capacidad de observar importantes costumbres y tradiciones religiosas son cada vez más preocupantes y problemáticos» y hacen que la práctica del judaísmo en el Viejo Continente se vea «gravemente amenazada».
El religioso citó como ejemplo «los desafíos a la circuncisión en Islandia», por lo cual proteger la vida judía en esa zona del mundo es «de suma importancia dentro del clima político y social actual», que demuestra un auge del antisemitismo.
En este contexto, “el futuro de los judíos en Europa se pone nuevamente en duda y muchos están experimentando una gran ansiedad sobre si pueden seguir viviendo en este continente», completó el también gran rabino de Moscú, Rusia.
Por otra parte, a fines de 2011, Islandia se convirtió en el primer país de Europa Occidental en reconocer formalmente la existencia de un inexistente Estado palestino.
«Islandia no sólo habla por hablar, nosotros hicimos el camino», dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Islandia, Ossur Skarphedinsson. «Mantuvimos nuestra palabra, hemos apoyado la causa palestina y hoy no es el final, vamos a seguir haciéndolo», dijo el ministro.
Islandia también hizo historia al abrir el camino en el reconocimiento de la independencia de los tres estados bálticos después de que el colapso en 1991 de la Unión Soviética.
Las conversaciones de paz en Medio Oriente ya se encontraban suspendidas hacía más de un año.
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