Restos humanos hallados en un viejo cementerio judío en el este de Polonia fueron desenterrados y arrojados a un lote yermo para permitir la construcción de una subestación eléctrica y un estacionamiento, dijeron autoridades el jueves.
El máximo rabino de Polonia Michael Schudrich dijo que la excavación es la peor profanación de un cementerio judío que él ha visto en sus 17 años como rabino en el país.
Las leyes religiosas judías dictan que los cuerpos solamente pueden ser movidos una vez que están enterrados bajo circunstancias especiales, tales como salvar vidas.
Un día después de visitar el sitio de construcción en Siemiatycze, un pueblo pequeño que era 60% judío antes de la Segunda Guerra Mundial, Schudrich le mostró a The Associated Press fotos de grandes montones de tierra con huesos humanos, incluyendo fragmentos de un cráneo.
“Esto es un escándalo”, dijo el rabino, que es originario de Nueva York. “Algunas veces la gente hace algo por error y pudiera no darse cuenta de que está viendo huesos, pero un cráneo es difícil de confundir”.
Una funcionaria local, Bogumila Kazimierczak, insistió en que el trabajo de construcción no ocurrió en el sitio del cementerio judío, sino en tierras ya en construcción que son administradas por una asociación automovilística.
La alcaldía no tenía información que indicase que la construcción se realizaba en un lugar prohibido, dijo.
Schudrich disputa eso, diciendo que la tierra en cuestión era parte del viejo cementerio. Dijo que aunque otra parte del panteón propiedad del estado fue devuelta a la comunidad judía tras la caída del comunismo en Polonia, el área en cuestión no lo fue porque está en propiedad privada.
El rabino dijo que les advirtió a las autoridades locales que se trataba de terreno sagrado y les pidió que le informaran si había algún pedido para construir allí.
“Yo visité hace tres o cuatro años y les dije que si cavaban la tierra iban a encontrar huesos”, dijo.
Fiscales iniciaron una investigación.
Solamente 70 de los 7.000 judíos que se calcula vivían en Siemiatycze al arranque de la Segunda Guerra Mundial sobrevivieron el Holocausto y ninguno sigue viviendo en el área, dijo Schudrich.
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