El pasado jueves en la 39ª Conferencia General de la UNESCO estuvo marcada por el fracaso de la OLP y los estados árabes para aprobar su resolución anti-Israel que ha sido aprobada de manera rutinaria por consenso todos los años desde 2009, debido a un molesto filibustero, informó NRG. La delegación israelí, encabezada por el embajador de Israel ante la UNESCO Carmel Shama Hacohen, provocó un retraso deliberado, hasta que finalmente se cerró la reunión sin una decisión, y el debate continuará el viernes.
La sesión en el Comité de Educación de la UNESCO estaba programada para las 3 PM, y se esperaba que la propuesta de los árabes fuera aprobada en cinco minutos por consenso general y sin votación real, al igual que en los ocho años anteriores.
Pero la delegación israelí, que esta vez no se molestó en movilizar a los países en contra de la propuesta, en su lugar usó todas las cláusulas posibles en la constitución de la organización para agotar el tiempo y exigir el voto nominal de los 196 países. Así que Israel ganó el día, aunque no está claro si la delegación podrá repetir la misma estrategia el viernes.
China sorprendió a la conferencia cuando se abstuvo de la exigencia de Israel de votar por el nombre, lo que significa que puede no estar planeando ofrecer su apoyo automático a la OLP y los países árabes como en el pasado.
Otra sorpresa fue la primera votación de México a favor de Israel, que se atribuyó a la delegación de ayuda israelí a la Ciudad de México y al éxito de la visita del primer ministro Netanyahu recientemente.
El debate comenzó con el presidente, de Kenia, sugiriendo que la propuesta árabe sea aprobada sin debate ni votación, momento en el cual Israel, en coordinación con los Estados Unidos, trató de posponer la propuesta para la próxima reunión en dos años. Como Estados miembros que no pagan, Israel y EE. UU. No tienen derecho de voto, pero se les permite exigir el cumplimiento de las normas.
Como era de esperar, los países árabes se opusieron, por lo que la delegación israelí exigió una votación, insistiendo en un voto nominal y no simplemente una votación a mano alzada. Estados Unidos secundó la demanda de Israel y el nombre de la votación duró más de una hora.
Israel entonces se opuso a la solicitud de la OLP de no celebrar un debate, sino de pasar inmediatamente a la aprobación de la resolución, y exigió un voto nominal sobre este asunto también, y esa votación también tomó más de una hora.
Al final, debido a que muchos de los participantes tuvieron que llegar a reuniones y recepciones previamente acordadas, el presidente cerró la reunión y anunció que el debate continuaría el viernes.
Un embajador victorioso, Hacohen, dijo a los periodistas: “Dejamos en claro que ya han pasado los días en que las resoluciones contra Israel pueden aprobarse en cinco minutos. Esta obsesión con Israel tendrá un precio, con la organización y los estados miembros tendrán que dedicar decenas de horas, agregar días de debates y sentarse a través de largas discusiones. Quizás entonces comiencen a preguntarse si vale la pena invertir en decisiones políticas fútiles que no tienen nada que ver con la educación, la cultura o la ciencia “.
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