El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, convocó el martes una reunión con el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Agricultura, Avi Dichter, junto con equipos profesionales, en lo que se consideró una «reunión preliminar» previa a la creación de un nuevo comité ministerial sobre el alto costo de la vida, que el premier israelí anunció el domingo antes de la reunión semanal del gabinete que iba a formar.
Según un comunicado de la Oficina del Primer Ministro del Estado judío, las partes discutieron las «medidas urgentes» necesarias para luchar contra el alto costo de la vida. Además, decidieron que Smotrich, junto con el ministro de Economía, Nir Barkat, presentará medidas sobre «apertura del mercado», cancelación de sectores altamente concentrados y reducción de la regulación, así como un calendario para su aplicación.
Aunque no se revelaron los detalles de las competencias y el plan de acción del comité, Netanyahu subrayó el domingo, antes de la reunión del gabinete, la importancia de la estabilidad económica y la lucha contra el costo de la vida. También ordenó al secretario del gabinete que redactara un plan para la creación del comité, que se presentará en la próxima reunión del gabinete, destacando que esta cuestión es una prioridad máxima para el gobierno.
El presidente de la Comisión de Economía de la Knesset (el Parlamento israelí), David Bitan (miembro del Likud, el partido liderado por Netanyahu), expresó su decepción por la falta de acción del gobierno en este asunto, declarando durante la reunión de la Comisión de Economía del lunes que «le dimos al Ministerio de Finanzas la oportunidad de ocuparse del costo de la vida y no lo hizo, así que somos libres de hacer lo que pensemos».
Bitan mostró su preocupación por la falta de propuestas concretas para abordar los problemas a corto plazo, citando la necesidad de luchar contra los monopolios y evitar las subidas de precios de los productos lácteos controlados. Para abordar estas preocupaciones, Bitan esbozó varios proyectos de ley que se presentarán en las próximas semanas.
La legislación propuesta por el presidente de la Comisión de Economía del Parlamento incluye la equiparación del impuesto sobre el valor añadido (IVA) de los alimentos a la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD por sus siglas en inglés), la implantación de puntos de crédito en el impuesto sobre el alquiler para las personas con hipotecas sobre primeros departamentos, el aumento de los impuestos a los bancos que no proporcionen beneficios por depósitos y la anulación de las subidas de precios de los estacionamientos en Tel Aviv.
El líder de la oposición y ex primer ministro de Israel, Yair Lapid, junto a otros legisladores de la oposición, señalaron el lunes en respuesta al anuncio de Netanyahu del nuevo comité ministerial, que tal comité ya existe – el estatutario Comité Ministerial Socio Económico-, que el primer ministro dirige, pero no fue convocado desde el inicio del gobierno a finales de diciembre.
El primer ministro Netanyahu habla con el ministro de Finanzas Smotrich, durante una votación en el parlamento esta semana. (Crédito de la foto: YONATAN SINDEL/FLASH90)
Casi todos los economistas y líderes del sector que participaron el martes en la Conferencia Anual Eli Hurvitz sobre Economía y Sociedad, organizada por el Instituto Israelí para la Democracia, también criticaron al Gobierno por las repercusiones económicas de sus propuestas de reforma judicial y por los miles de millones de shekels (NIS) destinados a financiar sistemas escolares privados haredí (ultra ortodoxos) que no imparten estudios seculares básicos.
A pesar de las críticas de los economistas, el gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, elogió la «determinación» de Smotrich para aprobar un presupuesto 2023-2024 fiscalmente responsable. Sin embargo, Yaron advirtió que la economía israelí experimentó una «sacudida significativa» en los últimos meses tras las reformas judiciales propuestas, y agregó que «la continua incertidumbre tiene costos económicos significativos».
En cuanto al presupuesto, Yaron mencionó que «el marco presupuestario no es excesivamente expansivo, se corresponde con el objetivo del Banco de Israel. Sin embargo, desde la perspectiva del presupuesto, carece de generadores de crecimiento tanto para el capital físico como para el humano, y constituye una contribución negativa al crecimiento de la economía».
Por otro lado, Yogev Gradus, Director de la División Presupuestaria del Ministerio de Hacienda, añadió que «la crisis demográfica ya está aquí. La dirección que tome el sistema educativo determinará el futuro de todo nuestro país». Gradus criticó los fondos destinados a las escuelas privadas del público haredí, ya que «se espera que la mejora del nivel de cualificación sea uno de los motores para elevar el nivel de vida de todos nosotros».
Por último, la economista jefe saliente del Ministerio de Finanzas, Shira Greenberg, también se refirió a las brechas relativamente altas en la igualdad de género en Israel, y señaló que la incorporación de los hombres haredí a la población activa en el futuro no debe conducir a la marginación de las mujeres.
«Según la OECD, el Estado de Israel ocupa el último lugar en discriminación contra la mujer. En el Estado de Israel, no todos los puestos de trabajo están abiertos a las mujeres. El salario medio de las mujeres en comparación con el de los hombres ocupa el penúltimo lugar entre los países de la OECD. Cuando lleguemos a una situación [en 2065] en la que el 50% de los alumnos de primer curso sean ultraortodoxos, el 50% de ellos seguirán siendo mujeres, y cuando hablemos de integrar a los ultraortodoxos en el mercado laboral, no debemos olvidar también a las mujeres», afirmó Greenberg.
Durante la conferencia también se produjeron disturbios. Personas del público mostraron carteles y abuchearon a Smotrich durante su discurso del martes por la mañana, gritando «vergüenza» y «democracia», entre otras cosas. Smotrich respondió criticando a los manifestantes, argumentando que actuaban de forma antidemocrática al no permitirle terminar su discurso.
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