Una disculpa, devolver los barcos que participaron en la flotilla, compensar a las víctimas y sus familias, levantar el bloqueo de Gaza y la aquiescencia de Israel a una investigación internacional – éstas fueron las demandas turcas a Israel, pocas semanas después de los acontecimientos del Marmara, de modo que los turcos no cierren la puerta en nuestra cara y tengan la amabilidad de mandar de nuevo al embajador turco a Tel Aviv.
Sin embargo, ahora, después de que sus esperanzas se desvanecieron, con el comité internacional, que los turcos tanto querían, que no satisfizo la increíblemente descarada demanda de Turquía de un documento legal anti-israelí, Erdogan no tiene otra opción que elevar el nivel de las amenazas y sanciones.
Y así, en la mejor tradición del crescendo turco, las amenazas y sanciones de Erdogan han estado creciendo desde el Informe Palmer; parece que es sólo cuestión de tiempo, y alguna excusa habitual, lo que daría lugar a que el sucesor del Imperio Otomano demande que entreguemos partes de la Tierra de Israel.
Las actuaciones y repetidas amenazas de Erdogan, remiten a las parodias de los matones de barrio que hacen todo lo posible por sembrar el miedo en su entorno, aún cuando no puedan entender adonde llevan sus palabras o si podrán cumplir todas las precipitadas promesas.
Sin embargo, en sus propios ojos, Erdogan no es menos que un Pasha que desea restaurar los días de gloria otomanos, siempre y cuando cada uno siga sus preceptos y amenazas. Todo esto es, por supuesto, hecho en el espíritu del Islam, que Barak Obama caracterizó en su discurso de El Cairo de 2009 como que ofrece “justicia, progreso, tolerancia y respeto a la dignidad de todos los seres humanos”.
Dados estos nobles principios islámicos, podemos entender por qué el actual Pasha, en su papel de guardián de la moral regional, considera oportuno sermonear a Israel y explicar lo terrible que es violar el increíblemente importante mandamiento “No asesinarás”.
El lapsus de Erdogan
Sin embargo, de alguna manera, Erdogan olvidó en el camino algunos hechos triviales. Por ejemplo, que sólo dos semanas después de su discurso “no asesinarás”, amenazó a los kurdos con el exterminio, unos 95 años después de que sus antepasados ??hicieran lo mismo, en la práctica, a los armenios, negando completamente sus acciones. También olvidó la guerra de Turquía contra estos rebeldes kurdos, el uso de armas químicas, la detención de muchos líderes políticos kurdos, y el uso de la policía secreta contra los grupos de la oposición.
De hecho, sólo el mes pasado, Turquía lanzó un bombardeo masivo contra las zonas kurdas en el norte de Irak, incluyendo centros poblados, matando a civiles indiscriminadamente.
Casi todos los indicios muestran que Erdogan ha decidido concederle a Israel un divorcio, sin embargo, a pesar de esto, hay bastantes pocos israelíes que lamentan y critican el “imprudente” acto de no disculparse – incluso si la demanda turca de disculpa sea sólo para poner a Israel de rodillas, glorificando así a Ankara. Por supuesto, después habrá otra excusa para pisotear el honor de Israel y, especialmente, atar sus manos en relación a los palestinos.
Fuente: Ynetnews
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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