Era yo un chaval cuando recibía clases de hebreo… Estudiaba la biblia en sus diferentes facetas. Con el tiempo y el avance en el estudio me empezaron a surgir preguntas y más preguntas… Dudas. Mi maestro me decía el aprendizaje teológico tiene que ser paso a paso por grados, gradualmente.
Ya siendo adulto fui víctima de un grave padecimiento fui visto y atendido por un famoso médico…
De mis estudios de psicología, está en mi librero un extenso libro de medicina y medicamentos…
El consultarlo fue mi desgracia: describía el libro con perfecta claridad las reacciones secundarias adversas de los medicamentos que me fueron prescritos… Me asusté mucho de lo que el libro decía. Yo no era médico y la información leída por mi era para médicos… Sufrí mucho tiempo con miedo a las reacciones secundarias de las que finalmente no fui víctima.
Ya de adulto me intriga y busco una respuesta completa a la existencia de Dios; los porque y los como… ¿Y para que los quiero? Soy una criatura que nació y morirá algún día. Seguramente, si conociera toda la verdad que ignoro me desintegraría por no saber como manejarla… La vida me contesta: Vive, estudia, sigue investigando, que la humildad sea tu divisa porque eres mortal, eres finito, ya que hay verdades que no son para ti, y de nada te van a servir.
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