*El poder nos deja tal cual somos y no engrandece más que a los grandes…
*Pensó de pronto en que la posesión del poder, por inmenso que este pueda ser, no proporciona la ciencia de utilizarle.
El poder nos asombra, lo apetecemos, lo envidiamos,
interiormente…
No pensamos por momentos el costo que esto pueda tener.
¿Qué tan caro resulta el tener poder?
Por ley de vida por tanto inmutable,
el poder se paga con intranquilidad, esfuerzo, trabajo arduo sin horarios, y en sus extremos con la vida misma…
Para el poderoso los días, las noches, los años, son más obligaciones que satisfacciones.
La satisfacción es etérea la obligación es concreta.
Existe un camino sabio a seguir;
acéptate como eres y de ahí parte hacia delante.
Nissim Mansur T.
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