Se acaban de cumplir 52 años, de que murió y se convirtió en una Leyenda de la Canción Ranchera.
Se recuerda a JAVIER SOLÍS (Gabriel Siria Levario), quien muriera a los 34 años, víctima de un paro cardiaco, que se ocasionó por tomar agua, después de una cirugía de la vesícula biliar, y le derivo en una peritonitis.
Para muchos de mi generación, es uno de los mejores cantantes, lo que se demuestra en su versatilidad, ya que bien se le conoció cantando con Mariachi, tiene excelentes temas cantados con orquesta.
Reconocido como
“El Señor de las Sombras”
Es por algunos conocido, que Don Felipe Valdés Leal, Director Artístico de Discos Columbia, lo preparaba para competir con el ídolo de Solís, que era Pedro Infante; pero una intempestiva muerte de Infante y la pasión de Javier por “El Ídolo de Guamúchil”, que se manifestó al cantar en la tumba de Pedro.
Esto provocó que la prensa de esos días, lo criticara de oportunismo, y la disquera retrasara el lanzamiento de su primer disco para mediados de 1957.
Es increíble la cantidad de temas que “El Rey del Bolero Ranchero” (como se le conoce), grabó entre 1957 a 1966.
Se suman poco más de 25 LPs, y por consiguiente más de 250 canciones, lo que equivale a 2.5 discos por año.
En la actualidad, su música se sigue escuchando, se sigue vendiendo y curiosamente más que la obra de su Ídolo; ya que a Solís le toco la suerte de grabar en un sello que junto al de RCA Victor.
Se le reconoció su calidad de grabación, y producción, además de que le tocó un cambio en la cantidad de canales de grabación.
Donde Pedro le aventaja, es en el plano fílmico ya que, aunque actuó en 33 películas, nunca se comparan con la calidad actoral de Infante.
A la muerte de Javier Solís el 19 de abril de 1966, se repite la historia, ya que Felipe Valdés Leal, manda a Pepe Vaca Flores (por aquel entonces su asistente), a buscar a un joven que le habían recomendado y escuchado, pero no lo contrató, porque tenia a Solís triunfando en el género ranchero.
Ese joven se llamaba Vicente Fernández, y su ídolo era el mismo Javier Solís, pero eso es otra historia.
Saludos
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