En 1894, el capitán Alfred Dreyfus, un oficial judío del ejército francés, fue acusado injustamente de traición, principalmente debido a la atmósfera antisemita reinante. Herzl estuvo presente cuando el populacho gritaba “Muerte a los Judíos” y llegó a la conclusión que existía una sola solución a este ataque antisemita: la emigración masiva de los judíos hacia un país al que pudieran llamar propio. Así, el Caso Dreyfus pasó a ser uno de los factores determinantes en la génesis del Sionismo Político.
Desde la perspectiva psicoanalítica de Melanie Klein, el desarrollo personal se concibe como enriquecimiento de la personalidad que se refiere a la superación de etapas tempranas de la niñez (que pueden volver a surgir en la vida adulta), la superación de los conflictos que estas etapas conllevan, como la ansiedad, culpa, envidia y logro de la gratitud, alcanzar el equilibrio con el mundo psíquico interno y el mundo externo, y desarrollar la capacidad de disfrutar de las cosas y llevar relaciones gratificantes de amor con los otros. (extraido del Internet, sobre Melanie Klein)
El marco judío era muy importante para mis padres y a la luz de mis logros en Concordia me pasaron a Moises Ville, pequeña localidad en la provincia de Santa Fe, que acaba de festejar sus 120 años de colonización judía. Mas o menos 350 kilómetros de Avigdor a Moisés Ville, 3 o 4 autobuses y todo un día de viaje. Ya había dejado la doble vida y asumido mi judeidad en el año 1963 cuando me animé a decir frente a todo el curso que no vine los días del año nuevo judío por ser judío y no por tener alguna diarrea o alguna otra excusa el año anterior. Aunque es increíble, llegué a ser “el amigo judío” de algunos antisemitas.
En Moises Ville ese conflicto no existía, sencillamente, todos eramos judíos. Salvo mi amigo Benjamín Ybañez, el único no judío del colegio nacional. Espero poder incluir en esta serie su versión al tema, como un apéndice, mi sionismo por B. Ybañez, debe ser muy interesante.
En forma sorprendente a pesar de ser un marco judío el tema Israel, ir a vivir a Israel, etc. era secundario y ni siquiera ocupaba algún lugar en el dialogo corriente. De pronto sentí una cierta normalidad, pues al fin y al cabo la mayor parte del pueblo judío no reside en Israel. Personalmente me fue bien, llegué al internado relativamente grande, con experiencia de ciudad y de haber vivido en una pensión, es decir, no salía recién de las alas de mi madre. Tuve suerte pues no iba a dos grados paralelos. Cuarto año en el Colegio Nacional Domingo F. Sarmiento , continuación natural del tercer año del Colegio Nacional Alejandro Carbo de Concordia . Algo asi como primer año en el secundario hebreo, Yahaduth. Eso me permitió compartir con mas población estudiantil que la mayoría de los demás y población de diversas edades. No recuerdo esa época como una época de profundización intelectual, el objetivo era terminar el colegio. El mas intelectual de todos, posiblemente el mas inteligente de todos era considerado un loco, Inge Dubrovsky, debo haber sido uno de los pocos que compartió su casa en Las Palmeras un fin de semana. Nos gustaba jugar al ajedrez.
El espectro social de los miembros del internado era muy amplio, como amplio es el espectro de un pueblo. De todo y de todo el país, algunos que debido a la distancia solo podía viajar una-dos veces por año a sus casas.
Aprendí y leí libros de otros grandes escritores del pueblo judío como Shalom Aleichem, Shalom Ash, I.L. Peretz, Isaac Bashevis Singer, etc y en ellos hay un compromiso con el pueblo judío, no necesariamente con la emigración a Israel.
Yo seguía teniendo mi objetivo de ir a Israel, no tenia ni fecha ni programa. En mi último año en Moisés Ville se produjo la Guerra de los Seis Días y muchos jóvenes vinieron de voluntarios. También yo quería venir, incluso mi amigo Raul Salomón de Avigdor vino como tal. A mi me lograron convencer que en realidad los voluntarios, jóvenes como yo, no aportamos un carajo y que necesitan mucha gente y mucho equipo para atender a los voluntarios. Que en realidad era una tema de propaganda, pero que no tenía ninguna importancia, para un verdadero sionista como yo.
Ya había terminado la escuela secundaria, aun no había comenzado la Universidad y creo que aquella decisión fue fundamental en la continuación de mi ruta de una manera y no de otra.
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