– Amar la vida, quererla con sus obstáculos nos servirá para crecer.
– Es aprender desde joven que, tener el privilegio de existir conlleva una lucha constante por aprender diariamente a sortear dificultades.
– Si tenemos la mentalidad de salir lo mejor librado de cada prueba que nos va poniendo la vida, estaremos formando un espíritu fuerte que, conforme pasan los años será más difícil de derrumbar.
– Cada quien tiene sus propias frustraciones, enojos, carencias; porque si de algo estamos seguros es que la perfección no existe en ningún ser humano. De ahí el interés de ir disminuyendo nuestros defectos y pulir nuestros talentos.
– El apreciar nuestra vida, es aceptarla tal y como se presenta.
– Las dificultades deben ser el termómetro para que saquemos la casta. Es en los momentos de apremio cuando tenemos que agarrarnos de esa chispa divina que hemos cultivado a través de los años, para vencer la adversidad.
– Los retos de nuestra existencia es la manera de crecer, de tener experiencia. No huir de las dificultades, es un modo de acercarnos a nuestra naturaleza, esa mezcla de lo divino y lo humano que todos poseemos.
– Sólo con entereza y serenidad para ver nuestras capacidades podemos triunfar sobre los problemas que la vida nos va poniendo.
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