Fiscales israelíes emitieron hoy acusaciones de asesinato contra dos ciudadanos judíos por el incendio provocado el 31 de julio en Duma, Cisjordania, que mató a tres miembros de una familia palestina.
Amiram Ben-Uliel, de 21 años de Jerusalem, fue acusado de tres cargos de asesinato, un menor fue acusado de cómplice de asesinato y otras dos personas fueron acusadas de violencia contra palestinos. Todavía no está claro si otros sospechosos detenidos por la Shin Bet y la Policía de Israel fueron liberados o si las investigaciones continúan.
Ben-Uliel fue detenido por la Shin Bet el 1 de diciembre. Según la acusación cometió el acto él mismo. Decidió perpetrar los asesinatos como respuesta al asesinato de Malachai Rosenfeld en julio, no lejos de Duma. En la noche del ataque a la familia Dawabsheh, él buscó un hogar que encajara con sus intenciones. Preparó las bombas en el patio del hogar y pintó el grafitis en las paredes antes de lanzar los explosivos contra la casa y huir a pie.
Él tiene una historia de varios casos criminales. Previamente ha expresado que no reconoce a las cortes israelíes y que demanda ser juzgado según la ley judía tradicional, informó el medio israelí Haaretz.
El menor acusado es residente del asentamiento Tzofim e hijo del rabino de la comunidad. Su participación se hizo conocida hace tres semanas cuando la Shin Bet comenzó a usar medidas extraordinarias en sus interrogatorios. Al comienzo admitió estar involucrado en otros incidentes pero no en el incendio de duna. Sin embargo luego dijo que había planeado el ataque pero que se había quedado dormido y, por lo tanto, no había participado.
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