Conforme las pláticas avanzaban y nuestra amistad superaba pruebas, nos juntábamos cuando nuestras agendas nos los permitían. Un día me entero de una sorpresa, en el INBA estaba la FELIT mientras se presentaba Otras Latitudes, ese día hubo una mesa de análisis con el elenco de varias obras, la estaba esperando llegó para la puesta de escena del Estado de Chiapas, Acteal, al llegar me comentó que probablemente se iría a trabajar al Estado de México y se buscaría otra forma de trabajar y continuar cuando estuviera en el Distrito Federal.
Para entonces ya teníamos el nombre al diseñar el primer logo, confundí Encantamiento con Encanto quedando ese nombre y logo registrado así como nuestro primer proyecto pensado, como antes comenté, no fue en con el que se siguió y de hecho, sigue en stand by, ante diversos proyectos que comentaré en columnas posteriores.
Cuando nos sentamos en la primera fila del Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, me tenía otra sorpresa guardada, misma que comentó con el miedo y expectativa, esto lo comentaré en la próxima mientras tanto nos seguíamos reuniendo.
El camino planteado el año pasado sufrió grandes cambios, ya empezaba a gestarse ante la expectativa, el humo del café y las horas ante la computadora y un mouse poco cooperativo, a lo que se anexaba un Internet que no siempre cooperaba en dichos cafés.
A la par Azul preparaba una puesta que no se hizo por causas de fuerza mayor, una miniserie o serie, en ambas participando, ambas no prosperaron, no sería la primera vez de esto locuaz nos ha dejado lecciones que seguimos aprendiendo.
Como ven en México son caminos tortuosos y algo complejos que sin duda os dejan enseñanzas, en lo personal “Entes de la calle” me sigue enseñando en varios sentidos, por ejemplo en cómo maquillarme y con apoyo para detalles.
Es solo la semilla de un proyecto que nos sigue dando sustos y sorpresas.
Los invito a que me sigan por este camino donde las sorpresas no paran.
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