La línea no existe en la naturaleza.
Existe la luz, el volumen y las tinieblas.
Y todo es relativo.
La pintura es el color que se pone entre
línea y línea, y cómo se pone.
— Vlady
Vladimir Kibalchich Russakov (Vlady) nació en Petrogrado (hoy San Petersburgo) el 15 de junio de 1920 y murió en Cuernavaca el 21 de julio de 2005. La madre, Liuba Russakov, procedía de una familia de judíos anarquistas emigrados a Francia y había conocido a su futuro esposo, el escritor y anarquista Victor Serge, en el barco que los llevaba a la Unión Soviética.
Vlady no cumplía nueve años cuando empezaron las persecuciones contra sus padres por el delito de oponerse al estalinismo. El futuro pintor cayó bajo el hechizo del arte, todavía niño, al visitar el Museo Hermitage de Leningrado. Fascinado por los maestros renacentistas, experimentó entonces la urgencia de pintar como una forma de evasión o, tal vez, de terapia.
En 1936, la familia logró salir de la Unión Soviética y, después de muchas peripecias, Vlady llegó a México en 1941. Es en nuestro país donde tuvo la oportunidad de desplegar su enorme talento, en parte gracias al apoyo de la mujer con que se casó, Isabel Díaz Fabela. Aun así, darse a conocer no le fue fácil ya que su pintura era un grito contra la ortodoxia nacional-popular en boga.
En 1952, junto a los pintores Alberto Gironella y Héctor Xavier, Vlady fundó la Galería Prisse que dio origen a la llamada Generación de la Ruptura. En 1967, pintó el cuadro monumental “Magiografía bolchevique” que junto a “Viena 19” (1973) y a “El instante” (1981) integra el “Tríptico trotskiano”.
Además de reflejar las inquietudes emocionales y políticas del artista, el tríptico marca su tránsito de los colores industriales en tubo a la técnica veneciana del temple-óleo.
Vlady fue un esplendido grabador, un refinado dibujante y un retratista magistral. Su obra principal, La revolución y los elementos, es un mural de unos 2,000 metros cuadrados, ubicado en la Biblioteca Lerdo de Tejada, que pintó prácticamente solo dedicándolo a la probidad intelectual de Victor Serge y a las penas de Liuba.
El Centro Vlady
El Centro Vlady nace del ofrecimiento del artista de otorgar obra plástica a la UACM en comodato, propuesta refrendada por su esposa Isabel Díaz Fabela y su sobrino Carlos Díaz cuando el pintor fallece, en julio de 2005.
El Centro cuenta con un acervo de 318 cuadernos, 245 grabados, litografías y linóleos, 63 óleos y 376 dibujos, acuarelas y aguadas, además de un fondo documental integrado por textos de Vlady sobre México, la revolución rusa, la estética y la obra de su padre, el escritor Víctor Serge.
Especialmente importantes son los cuadernos que, además de bocetos, apuntes y acuarelas, incluyen aforismos, recuerdos y anotaciones indispensables para estudiar su obra y entenderla en el marco de los grandes acontecimientos históricos que le tocó vivir.
El Centro Vlady no es precisamente un museo, aunque tenga algunas de sus funciones. Su misión es la investigación, exhibición y difusión de la obra del pintor. En armonía con el pensamiento de Vlady es, además, un espacio abierto a los grandes debates no solamente estéticos, sino también políticos y filosóficos de nuestro tiempo.
A través de exposiciones, talleres, actividades artísticas y seminarios los integrantes de la UACM y el público en general podrán acercarse a los múltiples legados de este gran pintor cuyo lugar en el arte contemporáneo todavía está por aquilatarse.
Fuente:http://www.uacm.edu.mx/Semblanza/tabid/801/Default.aspx
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