- En el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes
- Reúne fotografías, maquetas y documentos de su obra más relevantes
- En exhibición hasta el 3 de marzo del 2013
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) organizó la muestra-homenaje al arquitecto Abraham Zabludovsky, la cual se inauguró el pasado jueves en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes.
Se trata de una reflexión acerca de la tenacidad y el oficio del arquitecto, siempre presentes en cada uno de sus proyectos y obras realizadas, y que se comparten en este recorrido visual entre el vidrio, el concreto, el mármol y el color, abrazados en la monumentalidad del talento de un gran profesional de la arquitectura, dijo Dolores Martínez, director de Arquitectura del INBA, instancia organizadora de la exposición.
Al acto encabezado por Teresa Vicencio Álvarez, directora general del INBA, asistieron también Jorge Tamés y Batta, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, y Gina Zabludovsky, hija del arquitecto homenajeado.
En la ceremonia de inauguración, Vicencio Álvarez expuso que “hace apenas nueve años que México y particularmente la arquitectura mexicana perdió a uno de sus más distinguidos representantes, uno de los arquitectos que más han aportado a la imagen del México contemporáneo, enseñándonos que es posible hacer de la arquitectura púbica algo más que espacios diseñados para cumplir con funciones específicas (…) que honren el arte arquitectónico convirtiéndose ellas mismas en obras de arte, en monumentos que se distingan en el espacio urbano y que distingan a la ciudad que los contiene”.
Vicencio Álvarez enfatizó “la importancia de un creador cuyas obras perviven, diferenciadas y convincentes, con la contundencia de una expresión propia, única. El INBA tiene el enorme privilegio de contar, dentro de su infraestructura museística, con uno de los mayores ejemplos de esta forma de concebir la arquitectura del maestro Zabludovsky: el Museo Tamayo de Arte Contemporáneo, espacio que diseñó y construyó con Teodoro González de León para sus amigos Olga y Rufino Tamayo en 1981, y al que siempre consideró como una de sus creaciones preferidas”.
Agregó que “mencionar a Abraham Zabludovsky es, indiscutiblemente, referirse a la historia de México y de sus ciudades, al pasado de un país que comenzó a crecer a partir de la década de los años cincuenta. Es la crónica de un futuro arquitectónico prometedor que con el paso del tiempo se transformó en un legado de extraordinaria belleza y de vigorosa fuerza”.
La exposición Abraham Zabludovsky, 1924-2003, muestra este recorrido a través de fotografías y maquetas de algunas de sus obras más relevantes, donde subyace la agudeza creativa de un arquitecto que encontró en este vínculo entre la tradición y la actualidad un estilo propio que terminaría por transformarse en símbolo de toda una época de la que hoy en día nos podemos considerar testigos privilegiados, y en escuela para numerosas generaciones de arquitectos mexicanos, agregó la funcionaria.
Por su parte, Jorge Tamés y Batta, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, expresó: “Intuición, reflexión, ser interno, tenacidad, trabajo incansable con un genuino placer y un deseo legítimo por alcanzar un sueño. Maquetas, papel cebolla, aprendizaje, amistad, todo eso fue para mí Abraham Zabludovsky”.
La obra del arquitecto homenajeado en la primera etapa de su producción estuvo casi totalmente dirigida hacia obras de habitación: residencias particulares y edificios de departamentos, en los que fue notable su funcionalidad, con el aprovechamiento máximo del espacio; posteriormente su creatividad se volcó hacia edificios de otra índole, como centros de convenciones, teatros, auditorios, oficinas públicas administrativas, embajadas de nuestro país, etc.
En su oportunidad, Gina Zabludovsky recordó a su padre que “vivió de y para la arquitectura. En nombre mío y de mis hermanos, Jaime y Moisés, les doy la bienvenida a esta exposición, espero que esta muestra pueda dar testimonio de la obra de este creador y que esta pueda ser una ventana para que las nuevas generaciones tengan presente la importancia de sus aportaciones y la vigencia de sus concepciones, especialmente ahora que en abril del próximo año, se conmemoran diez años de la muerte”.
* Para leer más sobre Abraham Zabludovsky, oprima aquí .
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