Una de las más importantes tradiciones en la cultura ashkenazi es el “Tzvishn Mentshn” término Yiddish que traducido literalmente significa “Entre Personas” pero que en su concepción comunitaria significa “entre gente honorable” y que representa un consejo de gente de la comunidad, en teoría bien intencionados y más o menos sabios, que sirven para arbitrar en conflictos personales y familiares donde ambas partes son miembros de la comunidad.
Los beneficios de un juicio en honor y justicia de tu comunidad -en contrapunto con los de un juicio externo son muchos pero el principal es quizás que en el Tzvishn Mentshn se busca el máximo beneficio para ambas partes al menor costo posible para que, gane quien gane, los interesados, sus familias, la comunidad toda puedan seguir funcionando en la mayor armonía posible en el futuro sobre todo en casos familiares donde los contrincantes seguirán unidos, para siempre, por los hijos y otros intereses comunitarios comunes.
Otro beneficio es que los miembros del comité de honor y justicia de tu comunidad conocen a las personas, familias y amigos de los afectados en un nivel más profundo -más diario- que lo que pueden conocer jueces externos lo cual puede aportar muchas circunstancias atenuantes y justicia más razonada porque cuando se conocen los detalles de lo que está sucediendo, cuando se conoce el carácter y las circunstancias de vida de los participantes y sus familias y los jueces son honorables se puede lograr un acuerdo más justo y menos doloroso para ambas partes.
La ley, es supuestamente ciega así que no le importan tanto los detalles humanos como las consideraciones ‘legales’ (tú debes pagar el día primero…si no lo hiciste…. – y si le dio un infarto el día 20? ¿Y si no puede juntar verdaderamente suficiente dinero? Y si tienes algún impedimento físico real que te impide cumplir con el compromiso como se puede resolver, etc….la ley como tal no busca ni crear el mínimo dolor posible a ambas partes ni conseguir el mejor arreglo posible sino el hacer ‘respetar’ las leyes lo mejor posible.
Y esto es el otro problema, porque leyes, reglamentos, condenas y castigos son diseñados por agentes externos, a veces de hace décadas, totalmente ajenos a los casos reales, que tratan de crear leyes que se apliquen a todos en general y a nadie en particular mientras que el comité de honor y justicia de tu comunidad busca exactamente lo contrario, la máxima armonía posible entre todos, la aplicación de un juicio particularmente adecuado a la situación, a las circunstancias el carácter de los involucrados y la menor generalización posible.
Conocer a los inculpados no es suficiente pero conocerlos y preocuparse por su futuro desempeño dentro de la comunidad, por el bienestar sus conyugues, hijos y familiares, de crear el menos daño posible al nombre de ambos y la mejor solución posible para el beneficio de todos es fundamental.
En el DF y el Estado de México entre muchas otras entidades en México (más en casi todos los países occidentales) las decisiones de un juicio comunitario tienen valor jurídico porque las autoridades reconocen el valor de un juicio / arbitraje justo entre quienes se conocen y respetan y agradecen el que saquen del sistema judicial juicios que además de quitarles mucho tiempo que así pueden dedicar a otros temas, lo hacen con la intención de impartir buena justica y no de generar ingresos para uno u otro bando a costa de toda honorabilidad y justicia..
El Tzvishn Mentshn permite humanizar la situación, personalizarla y aterrizarla en el mínimo demerito para los participantes lo cual la ley, o los juzgados – sin tiempo y con sobrecarga de trabajo- no pueden darse el lujo de analizar.
¿Y Los abogados y abogada?
Bueno, los abogados y abogada existen porque hay gente poco honorable qué no cumple sus contratos, esposos o esposas que engañan al conyugue (y luego tratan de exprimirle dinero para pagar sus aventurillas!!), personajes que ofrecen lo que no cumplen ni cumplen lo que ofrecen, riquillos abusivos que tratan de abusar de los pobres y pobres que tratan de exprimir a los riquillos y así podríamos continuar ad infinitum.
Lo que si es cierto es que los abogados y abogada, sobre todo los bufetes jurídicos que cobran comisiones de lo que ganan, tienen como incentivo generar el máximo daño posible en la otra parte – aun a costa de obtener un buen arreglo – y que a veces como desafortunadamente ha sucedido en casos comunitarios, (me imagino que pasa en todos lados pero yo solo conozco algunos casos de la comunidad) estos abogados y abogada descubren que “el otro lado” les ofrece más dinero del que iban a recibir de su cliente y cataplum, que cambian de bando con gran demerito para el “inocente cliente” al que se llevan al baile sin haberlo invitado.
En teoría, todo esto se evita con un juicio comunitario, donde el comité de “jueces” o de arbitraje para usar un término más correcto, evita estos peligros porque quienes participan no tienen intereses con los contrincantes, no obtienen beneficio personal del resultado y por lo tanto pueden ser neutrales y objetivos (por lo menos esa es la hipótesis aunque igual me consta personalmente que estos “jueces” pueden ser poco honorables y bien parciales.
Pero aun cuando lo son, por mas poco ético que esto resulte, es mejor perder por las malas en la comunidad que lavar la ropa sucia en la calle porque ahí, en la plaza pública, cada oyente agregará de su cosecha y cuando el caso conlleva miembros de la comunidad, el lodo que se avienten entre ellos nos manchará a todos.
El Tzvishn Mentshn está lejos de ser perfecto pero es lo menos malo de las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Los abogados y abogada de la comunidad, sus bufetes asociados deberían comprenderlo y aceptar que, por el bien de todos (menos de sus bolsillos) los casos familiares y civiles en donde ambas partes son parte de la comunidad deban ventilarse dentro de la comunidad.
Los abogados y abogada que lo hacen y hagan así y respeten estos acuerdos demuestran su respeto a la comunidad de la que comen y con la que comen y su consideración para todos nosotros aun a costa de algunas utilidades (ninguno morirá de hambre, no se preocupe Usted), pero por lo mismo deben ser reconocidos públicamente y aplaudidos por todos.
En cambio, los que insistan en recurrir a autoridades externas en busca de una más o menos jugosa comisión deberían ser expuestos publicados y evitados por la comunidad porque el costo del aparente beneficio que podrían recibir por la aparente ayuda de estos buitres el muy pequeño (y eso si no los venden en el proceso) comparado con el daño que como judíos, como miembros de la comunidad, como personas sufrirán en el futuro
Así que, que les parece si hacemos un trato:
Cuando haya un problema personal, familiar, civil que involucre únicamente a miembros de la comunidad acudamos a nuestros comités de honor y justicia y olvidémonos de los abogados y abogada(as) sanguinarias.
A las comunidades les pedimos que sean más cuidadosas en su selección de “jurados” y que entrenen a su gente para que sepan ser sabios, y juzgar con dureza pero sin rudeza, con imaginación y con sabiduría para que todos salgan lo menos lastimados posibles y lo más a gusto posible.
Y recuerde, usted como individuo puede ayudar a que las cosas sean más tranquilas: apóyese en la comunidad y aléjese de bufetes que le ofrecen desangrar a su oponente (que muchas veces seguirá siendo el padre o la madre de sus hijos) para beneficio de todos ustedes y todos nosotros.
y claro las comunidades deben preocuparse de que ambas partes terminen igual de molestas o igual de felices con el acuerdo, deben preocuparse de que el proceso haya sido limpio y justo y de dar a los participantes por lo menos una opción de apelación si ambos o alguno de ellos cree que la decisión fue injusta.
Y el único perdedor? los abogados y abogada rapaces que le echan leña al fuego para tratar de ganar más a costa de lo que sea empezando por la dignidad y la paz de ambos contrincantes.
Antes de contratar a bufetes rapaces piense usted si vale la pena sacrificar su futuro en la comunidad, el buen nombre de su familia y la imagen de todos solo para que un bufete de abogados y abogada gane más dinero de mala manera.
La ropa sucia se lava en casa; la dignidad no tiene precio. Y cuidado con la abogada que anda suelta no creas en sus promesas.
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