El movimiento de protestas continúa sacudiendo a Irán desde la muerte de Mahsa Amini, una iraní de 22 años, el 16 de septiembre. La joven falleció tres días después de ser detenida en la capital, Teherán, por la policía de la moral.
Las protestas en el país son inéditas por su forma y su duración. No solo están teniendo lugar en Teherán, sino también en muchas partes del país y especialmente en las zonas kurdas. Además, el movimiento entra en su quinta semana y no flaquea a pesar de la represión extremadamente violenta por parte de las autoridades.
Si las mujeres fueron el detonante de las protestas, rechazando el uso obligatorio del velo, el movimiento está también encarnado en los adolescentes y jóvenes que se enfrentan a los fusiles de las autoridades iraníes para pedir el fin del régimen islámico.
A 27 días de la muerte de Mahsa Amini, siguen las manifestaciones en Irán
Cuando la muerte de Mahsa Amini fue conocida, muchas mujeres se identificaron con ella. En Irán, la policía de la moral fue creada en 2005 para hacer cumplir la moral islámica y las leyes de vestimenta “adecuada”, que se introdujeron tras la Revolución islámica de 1979. En los últimos años, se volvió más estricta, vigilando escrupulosamente a las mujeres y deteniendo a veces arbitrariamente y violentamente a las que no cumplen el código. Cualquier mujer iraní habría podido ser Mahsa Amini.
Tras la muerte de Amini, las mujeres se movilizaron con mucho coraje contra la obligación de llevar el hiyab y de ver su cuerpo escrutado por la policía. Las mujeres protestaron con actos de desobediencia civil, quitándose el velo y quemándolo en público, cortándose en pelo, cantando eslóganes o caminando vestidas de modo occidental en las calles, según publicó france24.com.
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