El Gobierno de Alemania prometió esta semana que no dejaría que el Museo Judío de Berlín sirviera de plataforma para el movimiento BDS, según ha sabido Israel Hayom.
La Comisionada del Gobierno Federal para la Cultura y los Medios de Comunicación, Monika Grütters, quien encabeza la junta del museo, anunció la decisión en respuesta a una pregunta sobre el tema luego de que surgieran críticas sobre el contenido antiisraelí en el museo.
En la respuesta, Grütters dijo: “No tenemos ninguna intención de que el museo se convierta en un lugar para los partidarios del BDS“, pero se negó a admitir que el museo financiado por el Estado había estado promoviendo propaganda anti-Israel o colaborando con los partidarios de BDS.
El Museo Judío de Berlín, una de las principales atracciones turísticas de la capital alemana, no está afiliado a la comunidad judía local, sino a una institución pública financiada por el Gobierno alemán y la Municipalidad de Berlín.
El Gobierno israelí ha enviado recientemente a las autoridades de Berlín un documento que detalla las organizaciones financiadas con fondos públicos que promueven actividades contra Israel, mencionando al museo como una de ellas.
El documento se filtró a la prensa alemana y llevó a acusaciones de que Israel estaba tratando de interferir con los asuntos internos de Alemania.
Recientemente, el museo fue duramente criticado por usar un cartel polémico para anunciar una exposición en Jerusalem. El cartel, que irónicamente destacaba los símbolos musulmanes de la ciudad en lugar de los judíos, provocó indignación entre la comunidad judía de Alemania.
Otros anuncios de la exposición también minimizan de manera sorprendente el carácter judío de Jerusalem. Un modelo de la mezquita Al-Aqsa se promociona en un folleto promocional como una de las atracciones principales de la exposición, en lugar de cualquier sitio judío. Del mismo modo, el movimiento sionista e Israel fueron retratados como agresores que arrebataron el control sobre Jerusalem a los palestinos.
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