“Soy de este país, me encanta el país y quiero contribuir”, explicó el sargento Yusef Salutta, un
árabe de 20 años del norte de Israel que está en el Batallón de Reconocimiento del Desierto.
“Todo el mundo debe alistarse, cualquiera que vive aquí debe alistarse.”
Mientras que el servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel es voluntario para los árabes, los funcionarios ahora informan que los árabes conforman varios cientos de los 175.000 soldados
que están actualmente en servicio activo.
El coronel Wajdi Sarhan, jefe de la Unidad de Minorías de las FDI, explicó que servir en el ejército ayuda a los jóvenes a formar parte de la sociedad. “Puede ser más fácil para uno si es soldado o tiene una tarjeta de identificación de reservista”, explicó. “Ser un soldado en el ejército, en reali-
dad es un certificado de identidad israelí, que puede ayudar a la integración”.
El Times de Israel informó en agosto que el alistamiento no judío para el servicio civil nacional de Israel aumentó 650% en sólo seis años.
El mayor Alaa Waheeb, el oficial musulmán de mayor rango en las FDI, escribió un editorial en el Jewish News en marzo expresando su orgullo por el papel que juega en la sociedad israelí. Contó que estaba en una gira de conferencias del Reino Unido con un médico judío: “Durante mi están-
cia en el Reino Unido, hablé junto a un compañero soldado, un médico que ha tratado a soldados israelíes y terroristas palestinos sin distinción. Éramos los musulmanes que protegen las vidas
judías, y el judío que salva vidas musulmanas. Sólo hay un país en el Medio Oriente que podría producir una pareja como esa, y seguro que no es un estado de apartheid”.
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