Los combates en los barrios rebeldes de Alepo se recrudecían ayer, donde los bombardeos provocaron numerosos incendios, mientras en Nueva York los principales países implicados en el conflicto sirio intentaban desesperadamente alcanzar un nuevo acuerdo de tregua.
En un hotel de Nueva York, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, y el canciller ruso, Serguei Lavrov, abrieron una nueva reunión de urgencia del Grupo Internacional de Apoyo a Siria, la segunda tentativa en dos días para revivir el cese de hostilidades en ese país.
La última tregua, negociada entre Moscú y Washington, fracasó el lunes y ayer se registraban combates en todos los frentes en un país que lleva más de cinco años en guerra y que ha dejado 300 mil muertos.
Antes de esa reunión, Kerry dijo a la prensa que “será difícil. Tenemos que ver qué es lo que cada uno está dispuesto a hacer”.
El colapso de la tregua en Siria motivó una tensa reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, en que Estados Unidos y Rusia dejaron en evidencia el grado de desconfianza mutua.
Fuentes diplomáticas dijeron que las delegaciones de Washington y Moscú mantuvieron contactos, en una tentativa de hallar un terreno común de negociación.
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