El canciller de Israel, Yair Lapid, conversó con la familia de los israelíes arrestados en Turquía y aclaró que «no trabajan para ninguna agencia de la inteligencia israelí» y que el Ministerio de Relaciones Exteriores «trabaja para su liberación».
La Justicia de Turquía decidió extender por 20 días el arresto de la pareja israelí que había sido detenida por fotografiar el palacio presidencial, por lo que fueron acusados de espionaje.
El tribunal inicialmente extendió su detención hasta el domingo, pero apelaron la decisión y se decidió que su detención se extendería por 20 días.
Mordi y Natali Oknin, choferes de transporte público fueron arrestados este miércoles en Estambul luego de que tomaran una fotografía al palacio presidencial desde donde dirige el país Tayyip Recep Erdogan. Previamente se había informado que serían llevados a la justicia de ese país este viernes y se creía que serían expulsados.
El abogado de la familia, Nir Islovitz, expresó: «Pido a todas las autoridades relevantes en el Estado de Israel que hagan todo lo que esté a su alcance para que estos ciudadanos israelíes regresen al país. Yo haré lo posible para asegurar el retorno de Mordi y Natali».
Ambos israelíes, quienes se desempeñan como choferes de omnibús de una importante compañía de transporte público y de 40 años de edad, fotografiaron el palacio presidencial desde una torre de observación y despertaron las sospechas del personal de seguridad que se comunicó con la policía.
Según informó el canal 12 israelí, los acusados desconocían que se fotografiar el recinto oficial constituía un delito.
Ambos viajaron de paseo a Turquía y se hospedaron en el hotel Elite en Plaza Taksim, en la ciudad de Estambul. Durante un recorrido por el lado asiático de la ciudad, a través del Bósforo, en un mirador desde la Torre de Comunicaciones en la colina Chamelija, el guía local dirigió su atención al palacio construido por el presidente Erdogan cerca de una gran mezquita.
La mujer israelí, impresionada por la belleza del palacio, tomó su teléfono y fotografió el recinto presidencial, por lo que el personal de seguridad pidió revisar el célular y llamó a la Policía.
Los tres, los israelíes y el guía, fueron arrestados por fotografiar un sitio oficial y fueron derivados a interrogatorio. Desde ese momento, los turistas perdieron el contacto con sus familiares en Israel y no tomaron el vuelo que tenían programado para su regreso.
El mes pasado los medios de comunicación turcos informaron sobre la detención de un grupo compuesto por 15 personas que espiaban para el Mossad, divididas en cinco células. Incluso la prensa publicó los rostros de algunos de los detenidos.
Según los informes, los «agentes» son ciudadanos turcos y extranjeros, todos de origen árabe, que recibieron dinero para sus tareas de espionaje.
El diario Sabah publicó las imágenes de todos los implicados, todos ellos de origen árabe y trabajan, según el reporte, con un contacto del Mossad que les daba instrucciones desde Alemania. Quien encabezaba el presunto grupo de agentes del Mossad en Turquía era un hombre al que el períodico dio a conocer como A.B y que era el encargado de mediar y distribuir los fondos entregados a los operativos.
En un comunicado de prensa, la inteligencia de Ankara anunció que un agente llamado «Mas» que trabajó en una compañía de asesoramiento a estudiantes en Estambul, dijo que miembros del Mossad contactaron con el en diciembre de 2018. «Les di información sobre estudiantes palestinos y asociaciones. Querían que nos encontráramos cara a cara en 2021», fue citado en la misiva.
«No tenía visa, y ellos se encargaron de la misma en solo una hora. Un agente de nombre AZ me recibió en el aeropuerto de Zurich y fuimos a un hotel para mantener allí una reunión. Recibí dos mil euros y les di toda la información. Me enseñaron a enviar mensajes cifrados», contó.
Ayer funcionarios turcos expresaron en diálogo con la radio nacional de Israel (KAN) «decepción» porque Jerusalén no respondiera a los llamados para mejorar las relaciones entre ambos países. «Hace falta dos para el tango, y por el momento Israel se niega a bailar», añadieron.
El presidente Erdogan y funcionarios de Ankara no acusan a Israel, ni tampoco realizaron amenazas hasta el momento. Turquía tampoco convocó a reunión de urgencia a ningún diplomático del Estado hebreo hasta el momento.
Por ende, es posible que el gobierno de Erdogan esté enviando una señal a Israel para que comience a tratar a Turquía de manera diferente, advirtiendo del fin de un «alto el fuego» entre las partes.
También palestinos que viven en Turquía empezaron a «desparecer» desde el pasado mes. Se trata de ciudadanos de Cisjordania y Gaza, que fueron a vivir o a estudiar, algunos con sus familias. Uno de ellos es un miembros del brazo militar de Hamás que fue liberado de prisión israelí en 2016, tras haber cumplido una condena de 14 años.
El diario turco Sabah informó este jueves que los servicios secretos de ese país desbarataron una red de espionaje del Mossad (el servicio de inteligencia israelí) que operaba en ese territorio para espiar a activistas opositores a Israel.
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