Este ritual es a menudo muy esperado por la comunidad hebraica que aprovecha para vivir intensos momentos de oración, devoción y meditación. En una declaración ante la prensa, Henri Abikzer, vicepresidente de la comunidad israelí de Rabat–Salé, señaló que este evento anual les permite conmemorar el cumpleaños del Santo venerable Rabbi Eliezer Davila, muerto y sepultado en el cementerio israelí de Rabat en 1761, indica la Map.
Es “una ocasión anual que reúne a centenas de peregrinos judíos de todas partes, para juntarse y expresar de nuevo sus sentimientos de pertenencia a Marruecos, en un ambiente de espiritualidad”, agregó el vicepresidente.
Fuera de los cantos religiosos y oraciones, “la asistencia expresó también su apego indefectible a su” marroquinidad “y al glorioso Trono Alauita, elogiando la Elevada solicitud con que el Rey Mohamed VI protege a los miembros de la comunidad judía”. Unas plegarias fueron también dichas para el descanso de las almas de los difuntos reyes Mohamed V y Hassan II.
Durante esta ceremonia religiosa, unas plegarias rogatorias fueron dichas para suplicar el Todopoderoso, para que aleje la sequía de Marruecos. Esta manifestación religiosa fue también marcada por interpretaciones de cantos patrióticos y otros, sacados del repertorio musical popular y judeo-marroquí, en un ambiente festivo, de fraternidad y apertura.
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