La Ex presidenta de argentina Cristina Fernández recibió mención al deshonor por unas declaraciones en twitter que fueron catalogadas por antisemitas en la comunidad judía, en un Informe del Centro Simon Wiesenthal, institución dedicada a documentar las víctimas de la Shoa y llevar registros de los criminales de guerra nazis y sus respectivas actividades.
Según informó La Opinión Popular a mediados de 2015, Cristina Fernández hizo una declaración que causó revuelo en la comunidad judía. “La usura y los chupasangre ya fueron inmortalizados por la mejor literatura hace siglos”, señaló la ex mandataria, en una serie de mensajes por Twitter, al sugerir que los jóvenes militantes leyeran El mercader de Venecia, de William Shakespeare, que tiene como protagonista al prestamista judío “Shylock”.
En ese momento, el comentario fue repudiado por La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, que funciona como una ONG a la que están adheridas 140 instituciones judías de Argentina, con la misión de luchar contra toda expresión de antisemitismo, de discriminación, racismo y xenofobia para preservar los derechos humanos, emitiendo un comunicado donde indicó que “la entidad representativa de la comunidad judía argentina manifiesta su profunda preocupación por las desafortunadas manifestaciones de la Presidenta referidas a su mensaje a jóvenes, reproducidas luego en su cuenta de Twitter, para que ‘lean el Mercader de Venecia para entender a los fondos buitres'”.
en el reporte anual sobre expresiones antisemitas y racistas alrededor del mundo, las declaraciones de la ex Presidente obtuvieron una “mención de deshonor”, en un reporte anual que elabora sobre expresiones antisemitas y racistas alrededor del mundo.
Perfil informó que los comentarios de Fernández de Kirchner se encuentran en un podio junto a dos alemanes: un periodista por una columna en Der Spiegel y la ciudad de Münich por haber permitido el aniversario de la Noche de los Cristales Rotos donde en 1938 en la Alemania nazi una serie de pogromos y ataques combinados eran llevado a cabo por las tropas de asalto conjuntamente con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir
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